28
NOV
2018

29 DE NOVIEMBRE: DÍA INTERNACIONAL DE SOLIDARIDAD CON EL PUEBLO PALESTINO

Nota Pública

El 29 de noviembre, según el calendario de la Naciones Unidas es el Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino. Hoy, decenas de países reconocen su existencia y su bandera se alza frente a los edificios de diversas organizaciones internacionales, junto con los de los Estados miembros plenos.

Sin embargo, estos avances diplomáticos y políticos significaron diferencias en las vidas de los niños de Gaza o de las personas de Nablus, Hebrón y Jerusalén Este.

Por esto, del mismo modo que dimos la bienvenida a la creación de Israel desde el primer día, nos pronunciamos enfáticamente por una paz justa en Cercano Oriente, basada en el derecho del Estado de Israel a la existencia segura y el derecho del pueblo palestino a tener un Estado soberano, independiente, libre, basados ambos en la Línea Verde (fronteras de 1967), con Jerusalén como la capital de los Dos Estados.

La solución de Dos Estados contiguos tiene como principal obstáculo y peligro la ilegal colonización que realiza Israel. El primer paso para poner fin al conflicto y caminar hacia la paz es terminar con la ominosa situación de ejercer sobre esos territorios una ocupación neocolonial.

Por ello, es que desde la Federación de Entidades Culturales Judías de Argentina – Idisher Cultur Farband (ICUF Argentina) exhortamos a reafirmar un compromiso con los pueblos de Israel y Palestina por una paz justa, democrática, duradera, estable en la región, que ellos se merecen.

Marcelo Horestein, Presidente

Isaac Rapaport, Secretario General

Buenos Aires, 28 de Noviembre de 2018

26
NOV
2018

29 DE NOVIEMBRE 1947 – 2018: UN NUEVO ANIVERSARIO DE LA RESOLUCIÓN 181 DE LA ASAMBLEA GENERAL DE LA ONU

JerusalénEl 29 de noviembre de 1947, la Asamblea General de la ONU aprobó la Resolución 181: se trataba de un plan que intentaba resolver el conflicto judeo – árabe en Palestina mediante una partición: el planteo fue ante la comprobación de la imposibilidad de constituir un Estado Binacional con las reivindicaciones de ambos pueblos. Para eso fueron fundamentales los argumentos del representante soviético Andrei Gromiko, quien señaló que la creación del Estado de Israel era una reparación para el pueblo judío, luego de todo lo que había sufrido por las masacres de los nazis.

La votación sobre el Plan de Partición estuvo colmada de expectativas por parte de ambos bandos: esa región había quedado bajo la tutela británica a través de un Mandato, producto del Tratado Sykes-Picot, un acuerdo típicamente colonial pergeñado por las grandes potencias, Gran Bretaña y Francia, tras el resultado de la Segunda Guerra Mundial.

Terminada la guerra, y en medio de un amplio profundo clima de descolonización –la independencia de la India y Pakistán, Indonesia, Birmania, Vietnam–, Gran Bretaña, incapaz de resolver el creciente enfrentamiento entre las comunidades judías y árabe, intencionadamente “dejó hacer” y luego de la sanción del Resolución 181, se retiró del lugar, dando lugar a que se iniciara la primera guerra árabe – israelí, y con ello, una sangría entre los pueblos.

En ese marco, los británicos manifestaron su simpatía y un apoyo abierto a las monarquías árabes, conservadoras, con el ánimo de mantener su influencia en la región. Su objetivo era conservar posiciones de poder a través del control de algunas de las dinastías árabes que reinaban en Transjordania e Irak, al mismo tiempo que propulsaban ejercer cierto dominio sobre el petróleo y sus rutas de transporte.

Sin fuerzas, en decadencia y derrotado políticamente, el Reino Unido intentó maniobrar arteramente bajo la idea de “divide y reinarás” (algo similar a lo ocurrido con India y Pakistán, un conflicto que aún sigue vigente), tratando de mantener la supremacía estratégica en esa región indispensable para su proyecto neocolonial por las rutas que unían el Mediterráneo con Oriente, los pozos petroleros, oleoductos y puertos.

Hubo algún otro intento dilatorio, como un fideicomiso –auspiciado por los Estados Unidos, que tampoco simpatizaba con la propuesta soviética–, que trató de impedir también la concreción del plan original. En definitiva, lo que pareció ser una conclusión justa, rápidamente se convirtió en un verdadero “huevo de la serpiente”, ya que ni unos ni otros hallaron beneficiosa la propuesta.

Tal como ocurrió en otras épocas de nuestra Historia, la Resolución 181 admitió varios puntos de vista. Para las comunidades árabes –incitadas por sus clases dominantes (ineptas, corruptas y parasitarias, realezas absolutas sometidas al diktat imperial británico)–, fue una tragedia: la «Nakba» fue el concepto utilizado para designar al éxodo forzoso de comunidades árabes de Palestina.

Para la colectividad judía, la posibilidad de un renacimiento, luego de las horribles matanzas de la Segunda Guerra Mundial (uno de los puntos de partida de la constitución definitiva del Estado, que tendrá un momento culminante en mayo de 1948, cuando terminaron por retirarse las tropas británicas) fue cuando se declaró la Independencia. Para las potencias occidentales fue, por su lado, una manera elegante de deshacerse de un problema y transferírselo a los pueblos de esa región.

La partición implicaba la creación de dos Estados, uno árabe y otro judío, así como la internacionalización de las ciudades de Jerusalén y Belén, lo cual no fue aceptado por la dirigencia árabe. El 14 de mayo de 1948, Israel declaró la independencia. Inmediatamente comenzó la primera guerra árabe-israelí, tras la invasión de la llegada de tropas de la Liga Árabe (egipcias, irradies, libanesas, sirias, transjordanas y “voluntarios” libios, sauditas y yemeníes, con el asesoramiento británico), que permitió a Israel su expansión por territorios que no les habían sido asignados.

La ONU adoptó la Resolución 194, donde exigió el reconocimiento y el derecho del regreso de los refugiados árabes a sus hogares. En forma paralela, los países árabes expulsaron a numerosos judíos de sus países: Irak, Yemen, Egipto, entre otros.

Fue entonces que se dio, aquí, un dilema de difícil solución. Unos y otros –judíos y árabes– fueron pueblos castigados por la Historia. Ni uno ni otro se merecen vivir lo que hoy atraviesan: guerras, atentados, temores, desarraigo, un futuro incierto. Lo que en verdad debió haber sido un triunfo de la Humanidad se convirtió en una tragedia para todos: para los judíos de la región (que se convirtieron en israelíes) por tener una “espada de Damocles” pendiendo sobre sí mismos; para los árabes (que se convertirían en palestinos con el correr de los años) por el exilio, extrañamiento y la transformación de excluidos en los mismos países árabes donde fueron refugiados; para la Humanidad porque aún no ha sabido dar una respuesta cabal e íntegra a la felicidad e integridad de los pueblos de la región.

Si es necesario, es posible. Es necesario y es posible convivir armoniosamente; aquel proyecto original –con las correcciones históricas, políticas y culturales que corresponden–, tiene la vigencia de haber planteado algo justo y correcto. Es una empresa ardua y trabajosa, pero un escenario donde el protagonismo sea el de una paz justa, estable, democrática y duradera será provechosa no solo para todos los pueblos de la región, sino para la Humanidad entera, ya que desactivaría un punto “caliente” y explosivo del planeta. No nos ilusionamos con un romance, pero sí con un movimiento por fuera de una dualidad esquemática y que, al menos, desde una “paz fría” posibilite que ambos pueblos se desarrollen sin intimidaciones ni aprensiones en su vida cotidiana presente y futura.

Rechazamos con vehemencia y decisión las políticas belicistas, expansionistas, colonialistas y negadoras de su propio origen del gobierno del Estado de Israel así como las acciones de grupos político-militares o Estados (palestinos, árabes y/o musulmanes) que proclaman la desaparición del Estado de Israel como respuesta. Los dos pueblos –israelíes y palestinos– han sufrido y sufren demasiado. Ambos merecen certezas y seguridades. Una vez más, como lo viene haciendo desde 1947, la Federación de Entidades Culturales Judías de la Argentina – Idisher Cultur Farband (ICUF Argentina) insiste en que lo más revolucionario en Medio Oriente es la paz, una que respete historias, tradiciones, culturas en su vasta diversidad sobre la base de Dos Pueblos = Dos Estados.

Marcelo Horestein, Presidente

Isaac Rapaport, Secretario General

Buenos Aires, 26 de noviembre de 2018-11-26

23
NOV
2018

Conformación de ICUF Argentina y de la Editorial ICUF Buenos Aires

coleccionicufbsas2El 11 de abril de 1941, el ICUF (Idisher Cultur Farband, Federación de Entidades Culturales Judías de la Argentina) se constituyó en Buenos Aires en un congreso latinoamericano del cual participaron 57 instituciones en representación de 8.900 asociados de la Argentina, Uruguay, Brasil y Chile. Se declaró a Pinie Katz su presidente.

La lucha antifascista judía se enmarcaba, así, en un judaísmo laico reivindicatorio del ídish, idioma oficial y legado cultural de las masas judías europeas […]. En la Argentina, las entidades preexistentes adhirieron a la Federación y otras se constituyeron posteriormente bajo su órbita. Junto con otros intelectuales idishistas, Pinie Katz comenzó a editar la revista ICUF y a difundir el ideario de la nueva federación.

El icufismo era multifacético; actividades políticas, teatrales, literarias, deportivas y recreativas se ofrecían para adultos, jóvenes y niños en distintas localidades del país. […]En Brasil, Uruguay y Argentina, el ICUF se caracterizó porque, además de reunir a grupos teatrales, literarios y promover la actividad editorial, albergó en su seno escuelas y propuestas recreativo-educativas para niños y adolescentes.

[Con gran influencia por la acción de YKUF New York el que, desde su propia editorial] publicó cerca de ochenta libros de autores clásicos judíos y editó la revista literaria Yiddishe Kultur Farband, ICUF Buenos Aires […] dio vida a su propia editorial; intelectuales como Pinie Katz y Tzalel Blitz principalmente eran escritores y muy buenos traductores del castellano al ídish. Durante el período 1940-1975, el ICUF publicó varios libros con su propio sello editorial.

Las traducciones que hiciera Pinie Katz de Don Quijote de la Mancha de Cervantes Saavedra en 1950 y de Espartaco de Howard Fast [en 1955] se hicieron famosas en la calle judía. [Como consecuencia del cambio generacional, principalmente], en mayo de 1958 la Editorial ICUF [lanzó] “su plan de ediciones en castellano”. El proceso inverso, es decir, la traducción del ídish al castellano [como la de las Obras Completas de Scholem Aleijem, 1960, 4 tomos], comenzaría lógicamente más tarde, en las décadas del 60 y del 70, aunque no con el mismo ímpetu.

En cuanto a las ediciones periódicas, en los años 40 fue pionera la revista en ídish ICUF, con 158 números; en los años 50 apareció Aporte, con 12 números y redactada por la juventud de FIJIA [Federación de Instituciones Juveniles Israelitas Argentinas]; entre los 50 y los 60 la Organización Femenina editó Di ídishe froi, con 47 números, y desde el Consejo de Escuelas o Shul-Rat se publicó Kindervelt, con 12 ediciones.

Sin embargo, los diarios y semanarios afines, orientados al periodismo político, contaban también con gran difusión entre el público icufista. En una primera etapa de la prensa judía progresista, antes de 1940, sus intelectuales habían participado de publicaciones socialistas y comunistas como Avangard, Vida Obrera, Di Presse, Roiter Shtern, Naie Erd, In Gang, Naievelt y Af der Vaj.

En un segundo período, durante la Segunda Guerra, se publicaron Di Voj (La semana) y Folkshtime (La voz del pueblo), esta última censurada con el golpe de 1943. En la temprana posguerra salieron Der Veg (La senda) y luego Haint (Hoy), esta última también prohibida en los 50.

Durante el segundo gobierno peronista comenzó a editarse Tribuna y en los 60 Renovación. Desde 1968 y hasta fines de los años 80, la posición judía progresista se expresó a través de la revista Tiempo, en castellano, y Undzer Lebn (Nuestra vida) en ídish.

El CeDoB (Centro Documental y Biblioteca) Pinie Katz recupera la colección completa de la Editorial ICUF, sus publicaciones periódicas, y los diarios y semanarios afines.

 

Fuente:

Visacovsky, Nerina (2015), Argentinos judíos y camaradas, Editorial Biblos, Pp. 51, 64, 97, 102, 103, 104, 158, 159, 248, 249.

 

Nota redactada por el Equipo del CeDoB Pinie Katz.

21
NOV
2018

ICUF ARGENTINA REPUDIA EL COMUNICADO DIFUNDIDO POR LA ORGANIZACIÓN SIONISTA ARGENTINA (OSA)

La Federación de Entidades Culturales Judías de Argentina – Idisher Cultur Farband (ICUF Argentina) repudia el comunicado difundido por la Organización Sionista Argentina (OSA) donde se acusa a la senadora Cristina Fernández de Kirchner por sus dichos: «Esos Hitlers modernos». Se hace necesario poner en evidencia la intencionalidad maliciosa del mensaje transmitido a la comunidad, que recorta los dichos de la ex presidente y procura desprestigiar a una institución como el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLASO) que, en estos momentos, celebra el Primer Foro de Pensamiento Crítico en Buenos Aires.

En primer lugar, siguiendo el orden de los agravios del comunicado oficial de la Organización Sionista Argentina (OSA), no es cierto que la senadora se haya referido al actual Gobierno en estos términos: señala, en cambio, que las prácticas de numerosos funcionarios de Europa –como Lituania, Hungría, Italia, los anteriores de España– son “los Hitler modernos que acusan a los inmigrantes de tener la culpa de que no haya trabajo”.

Es sabido que bajo este lema el partido nazifascista ganó las elecciones en la Alemania de la década del treinta y que, tal consenso social, le permitió avanzar sobre las detenciones de los inmigrantes, los judíos, los opositores políticos (sindicalistas, socialistas, comunistas) y de todos aquellos que fueran considerados como “diferentes”.

En nuestro país estamos asistiendo a algunas prácticas muy similares a las de aquellos años: brutales golpizas y detenciones a senegaleses dedicados a la venta callejera, las deportaciones para los detenidos de origen venezolano, turco o paraguayo, acusados de manera injusta por una serie de hechos ilícitos durante una manifestación que se realizó en Buenos Aires el mes pasado, los dichos de diferentes legisladores y de la propia ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, acerca de la comunidad mapuche en la Patagonia.

La expresión que citamos más arriba no implica la banalización del genocidio que se perpetró hacia el pueblo judío. Por el contrario, sienta un precedente que, a la luz de los discursos del presidente de la Nación, Mauricio Macri, como de varios de los miembros de su gabinete y hasta de los propios dirigentes de la Delegación de Asociaciones Israelitas de Argentina (DAIA), se erige como un alerta respecto a la construcción de un clima propicio para desencadenar el odio racial y la xenofobia.

Por otro lado, se enuncia como un símbolo judeofóbico el homenaje a una adolescente palestina que desafió a un grupo de soldados israelíes haciendo uso de sus manos y de su saliva, tal como el comunicado aludido lo describe. La niña fue enjaulada en condiciones paupérrimas, con falta total de derechos y garantías, y utilizada por el gobierno de Israel como un trofeo de guerra ante el mundo. Se expuso a Ahed Tamimi como terrorista, o peor aún, como la hija de los terroristas, que merece pagar los crímenes de su familia.

Desde la Revolución Francesa en adelante –que inició el proceso de emancipación de los judíos en Occidente– las responsabilidades son individuales y no colectivas. Fue justamente el nazismo el que recobró esas usanzas en la Noche de los Cristales Rotos al hacer responsable de la muerte de un jerarca nazi a toda la colectividad judía de Alemania.

La ley aprobada de manera reciente por el parlamento de Israel no hace más que reiterar el carácter xenofóbico con que se maneja su gobierno. La definición de Israel como Estado-nación del pueblo judío es la culminación del rumbo de sus gobernantes hacia la derecha; que crea, además, el caldo de cultivo para que emerjan ciudadanos de segunda, persecuciones raciales, motivaciones para el odio. Una vez más, atentan contra la población propia como ocurre en Brasil, también, con el ascenso de Jair Bolsonaro a la presidencia.

La Federación de Entidades Culturales Judías de la Argentina coincide en solicitar a las instituciones a manifestarse en contra de todas las formas de banalización del Holocausto y exaltación de la judeofobia como así también a rechazar declaraciones que contienen inexactitudes como la que se examina en esta nota. Llaman la atención, asimismo, los silencios de los opinantes, porque nada han declarado cuando el presidente de la Nación citó expresiones de Hitler como “personas envilecidas” o “veneno social», una copia extraída del libro de cabecera del régimen nazi o los dichos –en su oportunidad– del asesor “estrella” de este gobierno, Jaime Durán Barba: “Hitler era un tipo espectacular”.

Marcelo Horestein, Presidente

Isaac Rapaport, Secretario General

Buenos Aires, 21 de Noviembre de 2018

05
NOV
2018

1995 – 2018: EL RECUERDO DE ICUF ARGENTINA EN UN NUEVO ANIVERSARIO DEL ASESINATO DE YITZHAK RABIN

Hoy se cumplen 23 años del asesinato de Yitzhak Rabin a manos de un terrorista judío israelí de extrema derecha. Miles de personas se reúnen para conmemorar este funesto acontecimiento.

No es intención de realizar una apología de Rabin; sin embargo, destacamos y valoramos su decisión y el coraje de dar pasos tan significativos como los acuerdos de Oslo, los que debían concluir con la constitución de un Estado Palestino soberano al lado de un Estado de Israel, como insuperable garantía de una paz estable, segura, prolongada y democrática en esa región.

¿Cómo hubiese sido el Cercano y Medio Oriente de no haber sucedido esa tragedia? ¿Hubiese sido diferente el mundo al que conocemos hoy?. No lo sabremos, pero seguramente sería distinto.

Lo cierto es que a partir de su magnicidio, el Cercano y Medio Oriente siguieron en sus escaladas bélicas, y aquello que había asomado como una tenue esperanza –al fin– para la paz regional, y de manera consecuente, para el mundo, se frustró.

Los sucesivos gobiernos israelíes profundizaron un giro hacia posiciones militaristas, expansionistas, neoconservadoras, colonialistas y opresivas hacia los territorios ocupados desde 1967 y hoy no tienen disimulo en manifestar posturas absolutamente reñidas con el humanismo más elemental, en consonancia con otras derechas (regionales y mundiales).

Las derechas hoy convocan a un mundo desigual, en el que las guerras (abiertas o encubiertas), los odios, la xenofobia están a la orden del día. Los fascismos, el fascismo –bajo aparentemente caras más “decentes”– multiplican su ferocidad y violencia, su desprecio hacia la condición humana.

La Federación de Entidades Culturales Judías de Argentina – Idisher Cultur Farband (ICUF Argentina) avanza en sentido contrario: en el camino del bienestar y felicidad de los pueblos. En ese camino es que sigue sosteniendo la idea – fuerza Dos Pueblos = Dos Estados como única posibilidad de la paz en Cercano y Medio Oriente. Para eso trabajamos entonces.

Marcelo Horestein, Presidente

Isaac Rapaport, Secretario General

Buenos Aires, 5 de Noviembre de 2018