10
NOV
2022

Hermann Ludwig. Música y teatro en el exilio, por Silvia Glocer

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Dra. Silvia Glocer en el CeDoB Pinie Katz

Hace pocos meses fui a consultar el archivo del Teatro IFT (Ídisher Folks Teater)  que guarda la Biblioteca del CeDob Pinie Katz, en la calle Lavalleja. Paula Ansaldo, una estudiosa de ese teatro me había informado que allí había fotografías, afiches y programas. La gran sorpresa fue cuando hallé en una caja, partituras manuscritas aun sin catalogar, del músico Hermann Ludwig, exiliado en Argentina por causa del nazismo. Sabía que Hermann había trabajado desde su llegada al país y por varios años en ese teatro, pero hasta ese momento no había dado con la música compuesta por él para esa escena. Sobre ellas aún estoy trabajando, intentando descifrar –entre otras cosas- a qué obras habrán pertenecido.

Mientras eso ocurre, relato aquí algo de la historia de este músico. Hermann Ludwig forma parte de la ola de inmigrantes judíos que a partir de la llegada del nazismo al poder, se exiliaron en Argentina. Con esta nueva inmigración judía a nuestro país llegaron alrededor de 140 músicos que continuaron con su profesión y dejaron su huella. [i]

Las redes de relaciones personales–en forma de contratos, contactos, cartas de presentación, etc.- se convirtieron en redes solidarias para los exiliados, quienes de esta manera podían insertarse en la sociedad que los recibía. Hermann se vinculó con el teatro IFT y se convirtió en el director de su orquesta. Es así como el 24 de junio de 1938, se presenta en el Teatro Lasalle, la obra Buitre, del escritor soviético Moyshe Kulbak. Hermann dirige la orquesta. Este debut de Ludwig en el IFT coincide con el del director de teatro David Licht, quien había llegado pocas semanas antes del estreno al puerto de Buenos Aires.[i] Hermann Ludwig trabajó en este teatro, junto a Licht, en una gran cantidad de obras, no sólo como director de orquesta sino también como compositor: Pasada la tormenta (1938), En la tierra de nadie (1940), Bar Kojba (1941), La sonata de Beethoven (1941), Judith (1941) o El mercader de Venecia (1944), fueron algunas de ellas. Ambos inauguraron una época brillante del teatro IFT, en contraste con el oscuro momento argentino en cuestiones de política migratorias.

En 1938 las condiciones de ingreso al país recrudecieron, con especial énfasis hacia los judíos. Ante estas hostilidades, un contrato de trabajo –como hemos visto- permitía un ingreso casi asegurado. . Es posible que esta situación haya movido a Hermann Ludwig a crear y dirigir, en el marco

Hermann Ludwig con su esposa Margarita Goldfeld en Mar del Plata. Archivo familiar Susy Wachsmann.

del teatro IFT, una orquesta de cámara integrada por inmigrantes austríacos y alemanes, con la que realizaba ciclos de conciertos cuyo repertorio incluía obras de Haydn, Corelli, Mozart o Verdi y obras propias. Algunos de los integrantes de esa orquesta de inmigrantes fueron los violinistas Ernst Blum y Josef Zimbler, el cellista Kurt Hindermann y el cantante Matheus Urwand, que participaba como solista en algunos conciertos y había trabajado previamente con Ludwig en el Münchner Nationaltheater. Una vez más, las redes funcionaron.

Hermann Ludwig en un ensayo en el Teatro Corrientes. 1954. Archivo familiar Susy Wachsmann.

En forma paralela, en sus primeros tiempos en Buenos Aires, trabajaba en la “Compañía de grandes espectáculos”, del director y empresario teatral George Urban.

Así eran los días de Hermann en aquella Buenos Aires a fines de los años treinta. Probablemente, mientras caminaba las doce cuadras que separaban los ensayos del Teatro Lasalle de los de la Compañía de Urban, en el Teatro Avenida, Hermann pensaba en Berlín, en su familia que allí había quedado, en su gente querida. De ese pasado aun se hacían presentes las palabras familiares del alemán y del ídish que Hermann seguía utilizando a diario con la mayoría de sus colegas.

Al año siguiente de su llegada, sus actividades musicales se extendieron a la Deutschsprachige Bühne in Argentinien, donde trabajó como director de orquesta y arreglador de música en espectáculos de cabaret y operetas. Es probable que el vínculo haya sido a través de Max Waechter, creador y director de este elenco formado por actores profesionales y amateurs, con quien Hermann trabajaba en el IFT. En 1940 la Deutschsprachige Bühne in Argentinien se unió al Freie Deutsche Bühne (Teatro Alemán Independiente) y Hermann también quedó vinculado por muchos años a este elenco teatral creado y dirigido por Paul Walter Jacob, otro exiliado.

En 1941 Hermann se casó con Margaret Goldfeld. Margarita –como se llamaba en Buenos Aires. Era exiliada, viuda y tenía un hijo llamado Ernst Julius Peter Wachsmann que Hermann crió como propio.

Hermann Ludwig (a la derecha) y Schloime Zucker en el Teatro Corrientes. Buenos Aires, 1954. Archivo familiar Susy Wachsmann.

En los años cuarenta dirigía conciertos sinfónicos de música académica en el marco de la Jüdische Kulturgemeinschaft, conocida como JKG (y tiempo después como A.C.I.B.A.), generalmente con solistas (la mayoría exiliados), en ciclos que se realizaban en el Teatro El Nacional, en el Gran Rex o en los organizados por la Asociación Wagneriana.

Con el fin de la Segunda Guerra Mundial Hermann podría haber decidido su regreso: su condición de exiliado había terminado.[i] Sin embargo, optó por quedarse en las orillas del Río de la Plata. Conservó para siempre su nombre artístico en alemán: Hermann Ludwig (aquel que los nazis le habían prohibido usar) y al adoptar la ciudadanía argentina, las palabras se adaptaron al castellano y fue también, para siempre Germán Luis Schlesinger. Ese año de 1945 se incorporó como director de orquesta a la Gran Compañía de Comedias Musicales, conjunto dirigido por Enrique Susini. Algunos de los espectáculos en donde participó fueron La viuda alegre, La inútil precaución o El barbero de Sevilla, Canción de primavera, El ministro está enojado, o En un viejo patio porteño una comedia donde participaron los bailarines de folclore El Chúcaro y Norma Viola. Con esta Compañía también realizó giras por Bahía Blanca, Mar del Plata, Rosario, Córdoba, Mendoza, Tucumán, Bolivia y Perú.

Hermann Ludwig dirigiendo una orquesta en el Club Armenio.  Archivo familiar Susy Wachsmann.

En los años cincuenta, mientras dirigía operetas organizadas por el FDB y el Teatro Húngaro, continuaba realizando conciertos de cámara en la JKG y permanecía ligado al circuito del teatro

ídish de Buenos Aires, dirigiendo la orquesta en obras cuyos primeros actores eran Gitta Galina y Max Perlmann, o Maurice Schwartz en una de sus visitas a la Argentina. En 1953 viajó a Santiago de Chile y se presentó como director de la orquesta de la Gran Compañía de operetas israelitas en el Teatro Coliseo de esa ciudad. Hermann también participó en conciertos organizados por la Sociedad Filarmónica de Rosario y realizó grabaciones para la RCA Victor y para Radio León dirigiendo orquestas que acompañaban a cantantes como Salomon Stramer, Menashe Oppenheim, Lilian Lux, Pesajke Burztein, Max Perlmann o David Hickopf. Escribía artículos para los diarios Jüdischen Wochenschau y Semanario Israelita.

De Berlín a Argentina

Hermann Ludwig Schlesinger había nacido en Berlín, en 1896. Estudió música en Stern’sches Konservatorium de Berlín y en forma particular con grandes maestros como Walther Carl Meissner, Felix Robert Mendelssohn y Georg Schünemann. Desde 1920 dirigió en esa ciudad la Blüthner-Orchester. Al año siguiente y Hermann asume el cargo de director de la Orquesta Sinfónica de los estudios cinematográficos UFA, recién creada. En 1923, convocado por Klaus Pringsheim, director musical del Deutsches Theater, la compañía de Max Reinhardt en Berlín, dirige la orquesta en las Kammerspielen (representaciones de cámara). Durante tres años, Hermann dirigió esta orquesta en la moderna sala teatral Deutsches Grosses Schauspielhaus.

En 1925 se trasladó a Munich y dirigió en esa ciudad diversas orquestas. De nuevo en Berlín entre 1928 y 1930, dirigió la orquesta del Ufa-Palast am Zoo​ una importante sala cinematográfica propiedad de los estudios Universum Film AG, UFA, en donde se realizaban estrenos de películas. Vinculado al mundo del cine compuso la música y dirigió la orquesta para algunos films. En 1930 volvió a Munich para dirigir la orquesta de cámara de la Radio de esa ciudad. Además renovó su contrato en el Volkstheater y trabajó para los estudios Münchner Lichtspielkunst AG (Emelka) dirigiendo la orquesta.

Cuando los nazis llegaron al poder a Hermann se le prohibió utilizar su nombre artístico (Hermann Ludwig) y en junio de 1934 lo denunciaron y lo arrestaron por un día. Sus contratos en el Volkstheater München y en la Radio se rescindieron en agosto de ese año. Ludwig no encontraba trabajo estable así que participaba en eventos organizados por asociaciones cultuales judías no solo de Berlin, sino también de Danzig, Stettin, Breslau, Harzburg o Colonia.

Cuando en 1935 entraron en vigencia en Alemania las leyes raciales de Nüremberg, en cuestiones específicas con la música y los músicos, recrudecieron las políticas de censura y los judíos fueron excluidos de la vida musical. A partir de 1937 se les prohibió asistir a actos culturales públicos junto con la población aria, e interpretar música de Beethoven y de Mozart. La vida en la Alemania nazi se hacía insostenible día tras día. Como tantos otros, Hermann –con cuarenta y un años− decidió emprender el camino del exilio. En septiembre de 1936 se incorporó como director de orquesta de la compañía ballet del bailarín y actor Bruno Arno y realizó una gira por Suiza y Holanda. Algunas fuentes indican que en 1937 firmó un contrato con este ballet para desempeñarse como director de orquesta, compositor y arreglador en el Teatro Casino de Buenos Aires. Sin embargo al consultar los programas de mano de esa temporada en el Teatro Casino, en los espectáculos que Celia Gámes brinda desde el 17 de marzo, Bruno Arno y su ballet figuran en ellos, pero no es Hermann quien dirige la orquesta y compone la música sino Jack Oberman. Entonces Hermann… ¿habrá integrado como músico, la orquesta de jazz que incluían los espectáculos de Gámes? ¿O el contrato solo le sirvió como salvoconducto para ingresar a la Argentina? Lo cierto es que Hermann viajó a Marsella y se embarcó el 20 de febrero de 1937 en el buque Campana junto a los demás integrantes de la compañía de Arno. Llegaron a Buenos Aires el 11 de marzo de 1937. Hermann se quedó a vivir para siempre en Argentina.

Además de los arreglos que efectuaba para las orquestas que dirigía y composiciones de canciones sobre textos en ídish, Hermann registró en SADAIC algunas obras instrumentales. Compuso lieder sobre textos de Stefan Zweig, que fueron interpretados por el barítono francés Gerard Souzay. Hermann era además un virtuoso en la improvisación.

En mayo de 1964, por primera vez en la historia de nuestro país, un primer mandatario alemán, Heinrich Lübcke, visitó en forma oficial estas tierras. Entre todos los agasajos y celebraciones que le ofrecieron a este presidente, a Hermann Ludwig le encargaron la música para el UrFaust, de Goethe, que se llevó a cabo en el Teatro Liceo.

 Su último trabajo como compositor, en 1974, fue la Sinfonieta del valle encantado, al que unas vacaciones en Bariloche lo inspiraron para escribirla.

En 1960 su esposa Margarita falleció después de una larga enfermedad. Hermann se volvió a casar. Erna Dreyfuss fue entonces la mujer que lo acompañó durante casi 20 años. Hermann pasó sus últimos tiempos, junto con Erna, en la residencia Adolfo Hirsch, en San Miguel, Provincia de Buenos Aires, donde aun con su enfermedad de Alzheimer, seguía tocando el piano. Murió el 6 de septiembre de 1978.

Hermann Ludwig acompaña en el piano a la cantante Lilianette, en ACIBA, en 1962. Archivo familiar Susy Wachsmann.

Además de los arreglos que efectuaba para las orquestas que dirigía y composiciones de canciones sobre textos en ídish, Hermann registró en SADAIC algunas obras instrumentales. Compuso lieder sobre textos de Stefan Zweig, que fueron interpretados por el barítono francés Gerard Souzay. Hermann era además un virtuoso en la improvisación.

Quienes lo conocieron supieron que fue “un hombre de buen corazón, que nunca tuvo enemigos, sino solo amigos que lo querían y su muerte se sintió profundamente”.[i]

Seguramente muchos son los detalles que le faltan a esta historia pues estos relatos nunca están cerrados ni completos. Ahora di con las partituras del músico, al menos, con algunas de ellas, las de su paso por el IFT. Y, como cuando de chica en mis tiempos de filatelista trataba de ordenar y completar el álbum de estampillas, tendré que poner en orden estas músicas. En este caso ayudada por otros documentos como afiches, programas de teatro, crónicas y publicidades en la prensa de aquellos tiempos. Las partituras, a su modo, me contarán algo más sobre la vida de Hermann Ludwig.


[1] Sobre este tema ver: Glocer, Silvia. Melodías del destierro. Músicos judíos exiliados en Argentina durante el nazismo (1933-1945). Ediciones Gourmet Musical, Bs. As, 2016.

[1] Sobre David Licht ver: Ansaldo, Paula: https://www.icufargentina.org/pasado-y-presente-del-teatro-ift-la-direccion-artistica-de-david-licht-por-paula-ansaldo/

[1] La mayor parte de su familia murió en el Holocausto.

[1] Karl Kost, “Hermann Ludwig, s.A.”, Semanario Israelita, 15 de septiembre de 1978, p.7.


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