27
ENE
2011

Auschwitz y nosotros

Recientemente recibimos de unos amigos un extenso trabajo acerca de la nefasta actitud censuradora tomada por un religioso católico de Malargüe (provincia de Mendoza) durante un festival popular. Sin embargo, más allá de las coincidencias que pudiéramos tener con los autores, el primer párrafo del citado trabajo nos llamó poderosamente la atención. Vamos a transcribirlo textualmente:

“El día que me tomaron prisionera hacía frío. Nos obligaron a mirar cómo destruían todo. No quedó piedra sobre piedra. Mataron a todo aquel que intentaba resistirse. Caminamos sin descanso mucho tiempo. Algunos se quedaron en el camino. Tuve sed, hambre, miedo. Como casi todos. Un día entero caminamos. Porque ya estaba llegando la noche cuando nos hicieron formar en fila a lo largo del tren.
Un vagón detrás de otro. Y nosotros apretados, temerosos, cansados. Uno al lado del otro.
Nos miraron los dientes. Nos dieron otros nombres. Tocaron nuestras partes. De pronto, un grito. O un disparo. O algo que fue como eso. Y todos supimos que teníamos que subir. No hizo falta nada más.
Uno, dos, cien. Más, teníamos que entrar más. Ahora éramos uno arriba del otro. Y un aire hondo, profundo.
La máquina también respiró. Se mueve. Lentamente se mueve. Taladra con su aullido y parte el paisaje con su bestialidad. Se mueve… Nos llevan… Se mueve… Así cuenta ahora mi abuela mestiza que repetía su abuela indígena mientras se iba muriendo a su lado; como ella lo hace hoy junto a mí.
No era Auschwitz. Era Mendoza.”

Si leemos con atención, los escenarios pueden revertirse y no cambiar absolutamente en nada. Con geografías diferentes, el escenario es el mismo. La denigración, los vejámenes, la muerte, el odio.

¿Quiénes somos nosotros?: ¿los judíos?, ¿nuestros paisanos, los indios? Ambos y todos aquellos que en algún lugar del planeta sufren por ser… por ser mujeres, niños, ancianos, discapacitados, inmigrantes, pueblos originarios, por tener otros sistemas de creencias, otras modalidades, otras formas exteriores.

Nosotros somos ellos. Ellos somos nosotros. Auschwitz –la antesala del Infierno, o acaso el Infierno mismo- podrá metamorfosearse, pero seguirá siendo Auschwitz. Podrá llamarse como se llame, pero seguirá siendo el horror, la muerte, el odio, el final de un tipo de civilización que concibe a los seres humanos como meros objetos o cosas cuantificables.

El 27 de enero de 1945, las tropas del Ejército Rojo liberaban al campo de concentración nazi de Auschwitz y comprobaban –cara a cara y una vez más- con espanto, cuál era la verdadera cara del nazismo. Creemos –lamentablemente- que Auschwitz sigue vivo. Solo han cambiado los nombres. Pero en el mundo siguen existiendo campos de concentración, aunque ahora se denominen de otra manera. Sigue habiendo seres humanos y pueblos enteros despojados de los suyos, obligados a huir, perseguidos. Los negadores de las masacres nazis, los hambreadores de pueblos, los saqueadores de riquezas naturales, los cazadores de conciencias, los intolerantes, quienes auspician primacías de cualquier tipo recrean Auschwitz a cada instante.
Para no hacer un culto al olvido, para evitar el “no recordar”, para que no se repitan esos hechos, para que esos nombres tan repugnantes e indignos como la ESMA, La Perla, Campo de Mayo, La Escuelita, La Casita; resuenen en nuestros corazones o en nuestras vidas como lo que NUNCA MAS le debe suceder a cualquier ser humano.

Los discursos no deben ser dirigidos solo a los pueblos que comprenden y conocen los dolores y los horrores de las guerras. La obligación también la tienen los que gobiernan el mundo: ellos tienen su responsabilidad.

El ICUF (Idisher Cultur Farband / Federación de Entidades Culturales Judías de la Argentina) hace suyas aquellas palabras, que hoy suenan casi como premonición: “¡Hombres, estad alertas!


Sr. Marcelo Horestein | Secretario
Prof. Daniel Silber | Presidente

 

18
ENE
2011

Cada vez más

Que el actual gobierno de Israel se está volcando cada vez más a la derecha no es ninguna novedad. No vamos a descubrir la pólvora diciendo esto.
Solamente lo hacemos para poner en conocimiento –una vez más- del por qué somos solidarios con esa porción del pueblo israelí que trabaja y lucha por la paz, y por qué asumimos la postura de denunciar las inmoralidades e ignominias que perpetra el actual gobierno israelí. Ese gobierno que opera para sí, pero no en nombre de los judíos o israelíes.
Como judíos humanistas, denunciamos todas y cada una de las actitudes que tienden a agraviar y atacar no solo al pueblo israelí, sino a los seres humanos. Y lo hacemos con todo fervor y sin vergüenza porque somos parte de ese pueblo judío que ansía la paz, la igualdad, la cooperación, la convivencia y la amistad entre todos los seres humanos, independientemente de cualquier condición.
Señalaremos 4 hechos recientes que nos abochornan y sofocan nuestras conciencias:
a)              Junto con EEUU, Israel es el único país del mundo -¡¡del mundo!!– que votó contra el levantamiento del criminal bloqueo a Cuba, que dura mas de 50 años. Ni minúsculas Micronesia, Palau e Islas Marshall lo hicieron. Al menos, esos países se abstuvieron.

b)              Recientemente se legalizó en Israel la separación por sexo en el transporte público, a pedido (¡¡por presión!!) de los sectores religiosos ortodoxos. ¡¡Verdaderamente infamante!! ya que de esa manera se consolida la sumisión de la mujer; se la condena como si fuera un ser inferior: un claro ejemplo de discriminación. Pero luego de imponer la segregación de sexo en los autobuses, los rabinos podrían imponerla en los lugares de trabajo y en las oficinas públicas, y así hacia otros ámbitos.

c)              Recientemente la Knesset, en una definida actitud macartista, digna de los años ´50 y reñida absolutamente con la tan mentada condición “democrática” del Estado de Israel, adoptó un proyecto de ley presentado por la diputada Faina Kirschenbaum, del partido del cuasi fascista Lieberman, que llama a un acuerdo de la Comisión Parlamentaria de Averiguaciones para investigar tanto a fundaciones internacionales u otros países que estén financiando organizaciones que “tomen parte en la campaña de deslegitimación de los soldados del ejército israelí”. Paralelamente, otro proyecto de ley presentado por un miembro de Likud, pide que la Comisión de Averiguaciones investigue a los gobiernos extranjeros que financien “actividades israelíes contra el Estado de Israel”. Una afrenta más al pueblo israelí, y por extensión a todos los judíos.

Lo decimos una vez mas: porque al Estado de Israel lo queremos democrático, responsable e integrante de un proceso de liberación y emancipación, denunciamos estas cuestiones porque significan un verdadero atropello a nuestra condición humanista, porque vulneran los mas elementales derechos de su población , porque es retroceder en lo que significa el desarrollo social.
Quienes se vanaglorian de su pro-israelismo y no dicen nada, no le hacen ningún favor al Estado de Israel. Por el contrario, medidas como ésta hacen no solo que el Estado de Israel se aislé mas y mas en el concierto de las naciones del mundo, sino que pierda su universalismo y su modernidad, una de cuyas condiciones es el respeto a la diversidad ideológica y el pluralismo político.

El ICUF (Idisher Cultur Farband / Federación de Entidades Culturales Judías de la Argentina) se pronuncia enérgicamente contra esas medidas que tienden a restar estatura al Estado de Israel y someterlo a una situación de verdadero retroceso político y cultural, subyugándolo a lo mas abyecto de la reacción derechista tanto religiosa como política.

 

Sr. Marcelo Horestein | Secretario
Prof. Daniel Silber | Presidente