27
ENE
2019

27 de enero – Día de homenaje a las víctimas del HOLOCAUSTO

holocaustoDesde el año 2005, cada 27 de enero por iniciativa de la UNESCO se conmemora en todo el mundo el día de homenaje a las víctimas del HOLOCAUSTO –las masacres perpetradas por el nazismo contra las juderías europeas-, coincidente con el día que el Ejército Soviético liberó al campo de concentración y exterminio de Auschwitz

Eran los días últimos de la Segunda Guerra Mundial. A comienzos de 1945, el avance de las tropas soviéticas en territorio polaco era implacable. Los batallones nazis eran derrotados uno tras otro en cruentas batallas. En enero de ese año, el Primer Frente Ucraniano del Ejército Rojo -comandado por el mariscal Iván Konev-, derrotó a los alemanes en la orilla izquierda del río Vístula cerca de Cracovia, y dirigió una ofensiva hacia la región industrial de Silesia.

En su camino las tropas llegaron a un pequeño pueblo llamado Oswiecim (en alemán: Auschwitz). Cerca de esa localidad estaban los campos de concentración Auschwitz y Birkenau, ocupando una superficie de 468 hectáreas.

Cuando, el 27 de enero, la división de infantería de Lvovskaya, bajo el mando del General Mayor Fyodor Krasavin, ingresó a Auschwitz, luego de un feroz combate con los guardias remanentes del campo. Quedaban 7.000 prisioneros allí. Las formaciones soviéticas estaban compuestas por militares: rusos, ucranianos, bielorrusos, armenios, osetios, georgianos, kazajos, cosacos, kirguizes y judíos.

Lo que allí vieron era inimaginable: el horror materializado, el infierno hecho realidad. En su cobarde huida, la administración nazi trató de borrar sus huellas, quemando archivos y documentación, destruyendo edificaciones, demoliendo barracas y tratando de hacer desaparecer los infames hornos crematorios y cámaras de gas. Imposible. Las evidencias eran pruebas irrefutables contra cualquier negacionismo.

Todo ello es fiel testimonio de la bestialidad que el nazismo hizo gala. Luego de liberar a los prisioneros –provenientes de distintos países de Europa-, cada uno de ellos se convirtió en la memoria viva de lo ocurrido para no olvidar. El terror, el odio, la muerte, el racismo –llevados a extremos inauditos e intolerables- se concretaron allí.

Multitud de hombres y mujeres fueron masacrados en esos siniestros lugares: 1.000.000 de judíos, 20.000 gitanos, 100.000 prisioneros de guerra, miles de opositores políticos, homosexuales, testigos de Jehová, hombres, mujeres. Unos 330.000 judíos húngaros y 200.000 judíos polacos fueron gaseados. El cinismo nazi se expresaba en el portal de arribo: “Arbeit mach frei” – el trabajo libera.

Teodoro Adorno decía que sería imposible escribir poesía después de Auschwitz, que era un acto de barbarie; estaba absolutamente desencantado sobre lo que había pergeñado la Humanidad. Para Adorno –como anteriormente había previsto Walter Benjamin- el desarrollo de la cultura occidental y de su tecnología, habían desembocado en esos espantos que se sintetizaban el campo de exterminio de Auschwitz (y nosotros agregamos, las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki, pocos meses después)

Sin embargo, es preciso realizar un recorte, una re-lectura. La sola cultura consecuente de Auschwitz, incluida su crítica urgente sería irrelevante La cuestión no pasa por impugnar solo Auschwitz, sino objetar, reclamar, rechazar todo aquello que sea como Auschwitz, que se convierta en su continuidad corregida, multiplicada y perfeccionada.

Ejemplos hay de sobra, desde las dictaduras latinoamericanas del Plan Cóndor a las cárceles clandestinas de EEUU, desde los drones “inteligentes” que explotan sobre escuelas y hospitales potenciando el dolor y la angustia, hasta el hambre y la sed planificadas, desde las emigraciones forzosas hasta la construcción de infames muros fronterizos, la proliferación de nuevos modelos del fascismo en Polonia, Hungría, Brasil, entre muchos.

Pero también se escribe. El lenguaje no es un refugio, no es lo que queda cerca de la destrucción. Es, por el contrario, el espacio en que se produce la toma de conciencia y, al mismo tiempo, la distancia con el evento de la destrucción. Por eso denunciamos, acusamos, condenamos, enjuiciamos, reprochamos, recriminamos.

Para que NUNCA MAS existan ni los Auschwitz ni los habitantes de Auschwitz.

Para que Auschwitz no sea solo un recuerdo deleznable para el género humano, sino que sea inadmisible.

Para que la convivencia, la libertad, la democracia, el respeto, la pluralidad, las diferencias dejen de ser conceptos abstractos y se transformen en existencia palpable y accesible a cualquiera de los integrantes de éste, el género humano sobre la Tierra, nuestra Casa Común, ese único puntito azul en medio de la inmensidad del Universo.

Marcelo Horestein Isaac Rapaport

Presidente Secretario General

23
ENE
2019

VENEZUELA

venezuelaCada vez que un pueblo latinoamericano ha intentado construir una sociedad más justa para su país, ha debido sufrir –más allá de las dificultades propias que sugiere tamaña proeza- el agobio desestabilizante del imperio Americano en conjunto con las respectivas oligarquías vernáculas.

Hoy es el turno de la República Bolivariana de Venezuela.

Diferentes medidas de carácter económico, político y diplomáticas algunas decididas en otro país, fueron deteriorando las condiciones de vida de la población con consecuencias que derivaron, incluso, con miles de venezolanos abandonando su patria.

Este clima de desgaste alentó a la oposición -una oposición fracturada y reiteradamente derrotada en elecciones sin mácula- a fomentar un alzamiento que pudo haber triunfado hace tiempo de no ser por el férreo apoyo de los sectores favorecidos por la política impulsada por el chavismo.

En el día de hoy, al no triunfar en su nuevo intento, esa oposición se arroga el derecho de constituirse en autoridad sustituta de un gobierno elegido democráticamente. Y para consumar ese dislate cuentan con el apoyo de gobiernos, como el argentino, que cometen el grave error de inmiscuirse en la política interna de un país hermano, apoyando un golpe de estado y reconociendo un presidente no electo por el voto popular.

Venezuela, tal como lo proponen el Papa Francisco y varios países europeos, debe resolver sus problemas mediante acuerdos entre los distintos sectores políticos, conservando las conquistas alcanzadas en años recientes, corrigiendo lo que fuese necesario y no permitiendo injerencias foráneas en sus decisiones.

Apoyamos la soberanía nacional venezolana.

Rechazamos cualquier tentativa golpista, abierta o encubierta.

Nos solidarizamos con el pueblo venezolano y sus instituciones constitucionalmente electas.

Marcelo Horestein Isaac Rapaport

Presidente Secretario General

18
ENE
2019

A 4 años de la muerte del exfiscal Nisman

nismanLa trágica desaparición del exfiscal Alberto Nisman agregó una enorme piedra más en el camino de la investigación (inconclusa y fallida al día de hoy) del atentado contra la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina, ocurrida en Buenos Aires en julio de 1994 y que implicara no solo la destrucción del edificio y los lindantes, sino la muerte de 85 personas.

Hasta el presente nada ha podido probar si la muerte de Nisman se debió a un suicidio o a un homicidio. Los mezquinos intereses políticos de sectores ligados al poder, a los que se suman dirigentes de la colectividad, políticos y legisladores, pugnan por imponer el criterio del asesinato, abonando la complicidad implícita de altos funcionarios del gobierno anterior.

¿Hacia dónde conducía la supuesta investigación que llevaba adelante Nisman? Es indudable que iba dirigida a señalar como responsables del atentado a la AMIA a la República Islámica de Irán y a establecer la connivencia con ello de la administración CFK a través de la firma del Memorándum.

Esa orientación respondía en el plano internacional a la estrategia belicista e intervencionista de EEUU e Israel en contra de Irán y, en lo local, al intento de la derecha para minar al gobierno en funciones, argumentando que el citado Memorándum eximía de responsabilidades a Irán.

Infinidad de pruebas (desde el Memorándum mismo al testimonio del exjefe de Interpol, Ronald Noble) demostraron la falsedad de la argumentación que fue utilizada -y se sigue haciendo- como titulares de la prensa y demás medios para influir sobre el electorado, a algunos jueces y fiscales ávidos de autopromoción y para condenar –de antemano- a personalidades del gobierno de entonces. Pero…evidencias de valor, ninguna.

En todo ese trayecto, lo único que hizo Nisman fue aportar recortes de prensa, reproducciones de “informes” tóxicos de los servicios de inteligencia, viajes al exterior injustificados (recordar los testimonios fotográficos que lo muestran en actividades nada compatibles con la función que desempeñaba, malgastando el erario) y aceptar la coacción de personajes de la política nacional (decenas de llamados telefónicos el día anterior a lo que debía ser su presentación ante las Cámaras legislativas).

La muerte de Nisman es una tragedia en sí misma, que se acrecienta por tratarse de una autoridad judicial. Pero también, a 4 años de la misma, está claro que fue una genial puesta en escena, agigantada ahora, con este verdadero disparate de erigirle un monumento en Israel y que su madre –señalada como partícipe de un lavado de dinero- sea recibida por el presidente de ese país.

¿Monumento a qué? ¿a la inoperancia, a la sumisión, a la corrupción? Una verdadera vergüenza.

El hecho de ser judío y haber muerto en circunstancias oscuras no habilita para que Nisman sea considerado un protagonista de la historia; por el contrario, todo lo condena a ser un genuflexo que no supo honrar su condición de jurista ni las firmes tradiciones democráticas y correctas del judaísmo.

Héroes fueron las masacrados en la Semana Trágica, los fundadores de sindicatos obreros como Benito Zak o Meier Kot, los agricultores de las colonias, los casi 2000 detenidos – desaparecidos judíos durante la dictadura cívico-militar. Todos ellos aportaron a un país más justo, más equitativo, más inclusivo.

Esta verdadera infamia no debe interpretarse como un acto fallido de los promotores. Es parte de la política de encubrimiento de los verdaderos responsables del atentado contra la AMIA, que de esta manera, redoblan su impunidad, se sigue condenando a los muertos a que no descansen en paz y a que nuestra Justicia sume un baldón más.

Buenos Aires, 18 de enero de 2019

Marcelo Horestein Isaac Rapaport

Presidente Secretario General

15
ENE
2019

ROSA LUXEMBURGO: EL AGUILA DE LA REVOLUCION

rosa luxemburgoRosa Luxemburgo –junto a Karl Liebknecht- fue asesinada un 15 de enero de 1919 por sus convicciones, que expresaban su compromiso por cambios y transformaciones profundas y fundamentales en la sociedad, la economía, la política, la cultura, las relaciones humanas.

En 1914 Karl Liebknecht fue el único diputado que votó en el Reichstag (Parlamento alemán) contra los créditos de guerra. Ese mismo año, Rosa Luxemburgo describe al capitalismo como el sistema de maximización de las ganancias, y en 1915 dice: “El triunfo del imperialismo conduce a la aniquilación de la civilización”.

Estas predicciones encuentran en el fascismo -sólo 25 años después- el desencadenamiento de la Segunda Guerra Mundial; el genocidio de judíos, eslavos, gitanos, homosexuales, discapacitados, opositores políticos, fue increíblemente aterrador y confirmó las presunciones de Rosa.

Semejantes oprobios, cuyos sostenedores fueron vencidos durante la contienda, no desaparecieron totalmente. Tampoco desaparecieron muchos de los factores que los generaban.

Hoy el mundo se halla nuevamente ante intervenciones militares, exportación de armas, muros, guetos, legislaciones restrictivas para los migrantes, leyes que cercenan los derechos conquistados, instituciones represivas que se burlan –incluso- de la propia democracia burguesa.

Ahora aparecen nazis y fascistas sin correajes, botas o camisas negras; demagogias sociales, frases vacías sobre una supuesta e inexistente felicidad por venir, racismos de variada especie, la lógica de los bancos y Ceos con cargos.

La mayoría de los seres humanos anhela un mundo fraterno, pacífico, democrático, plural, respetuoso y socialmente justo. Es lo opuesto al fascismo.

Ese es el legado de Rosa Luxemburgo, junto a Clara Zetkin, promotora de los derechos de las mujeres trabajadoras.

El Icuf recuerda a Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht. Sus ideales, por los que fueron asesinados el 15 de enero de 1919 por la reacción protonazi, nos comprometen con el presente y el futuro.

Bs As 15 de enero de 2019

Marcelo Horestein Isaac Rapaport

Presidente Secretario General

07
ENE
2019

ICUF ARGENTINA PARTICIPÓ DE LA CONMEMORACIÓN POR EL CENTENARIO DE LOS SUCESOS DE LA SEMANA TRÁGICA 1919 – 2019

semana tragicaICUF Argentina participó de la conmemoración por el centenario de los sucesos de la Semana Trágica, considerada como el primer pogrom fuera de Europa y el primero en Buenos Aires. El acto fue organizado por la Comisión por el Centenario 1919 – 2019 y se conmemoró este Lunes 7 de Enero, en General Urquiza y Barcala.

La hija de Pinie Wald, Flora, recibió de manos de Rosa Grushka el afiche de la Federación de Entidades Culturales Judías – Idisher Cultur Farband (ICUF Argentina). También se realizó una representación teatral, hubo música y arte, y el discurso del escritor y periodista Eduardo Jozami fue conmovedor.

La Semana Trágica fue un suceso que dejó cientos de muertos y más de 4.000 heridos y se erigió, sin dudas, en el primer pogrom fuera de Europa. El epicentro fueron los barrios de San Cristóbal y Boedo, después de una huelga de los trabajadores de los establecimientos Vasena que reclamaban las ocho horas de trabajo y donde fueron masacrados cuatro obreros.

Después de aquel episodio, las viviendas de los inmigrantes judíos fueron atacadas, lo mismo que los comercios y la sinagoga de Belgrano. En el hecho no solo actuó la Policía, por orden del presidente: también la Liga Patriótica. «¿Cómo un gobierno democrático, elegido por el Pueblo, pudo cometer esos hechos?», se preguntaba Osvaldo Bayer sobre la Semana Trágica.

07
ENE
2019

1919 – La semana trágica – 2019

1919 – LA SEMANA TRÁGICA – 2019

En 1916, con el primer gobierno radical de Hipólito Yrigoyen, la democracia en Argentina daba sus primeros pasos. En Buenos Aires, una multitud de obreros inmigrantes, o sus hijos, clamaba por condiciones laborales dignas. Esto sucedía en distintos idiomas, pero con el mismo ímpetu y espíritu de lucha. Pronto, las noticias de la Revolución bolchevique y el fin de la Primera Guerra Mundial generaron una creciente sensación de amenaza en los sectores más reaccionarios: había llegado “la hora de los trabajadores”.

En 1919, el clima de descontento se extendía a un amplio conjunto de obreros; agrarios, portuarios, frigoríficos y ferroviarios, entre otros. Mientras en 1918 se habían registrado 138 mil, enero de 1919 había iniciado con más de 300 mil trabajadores en huelga. La firma metalúrgica Pedro Vasena e Hijos, en el barrio de Parque de los Patricios, empleaba 2.500 trabajadores.

Frente a las condiciones miserables que ofrecía la patronal, el 2 de diciembre de 1918, los operarios de esa fábrica se declararon en huelga reclamando un aumento de su salario, jornada de ocho horas y abolición del trabajo a destajo. El conflicto se agudizó y con el correr de los días se transformó en una sangrienta represión que dejó decenas de muertos y heridos y derivó en un brote antisemita de características inéditas hasta entonces en nuestro país.

El temor al “ruso revolucionario”, al rojo maximalista, y a un Petrogrado argentino, se expresó en una verdadera cacería de judíos en el barrio de Once. Se trató de un lamentable Pogrom en Buenos Aires, retratado por los diarios de la época y en las crónicas de protagonistas como Pinie Wald, en Koshmar (Pesadilla). Temerosos ante la llegada inminente de los Soviets obreros, los represores lo creyeron “líder” y principal organizador de la “conspiración judeo-bolchevique”. La gran masacre ocurrió entre el 9 y el 14 de enero de 1919 y los hechos pasaron a la historia como La Semana Trágica.

La Semana Trágica constituyó un hito porque en la represión a los trabajadores participaron grupos civiles. Además de la violencia estatal a cargo del Jefe de Policía Luis J. Dellepiane –qué en este país desmemoriado, seguimos “honrando” con la gran autopista porteña–; se sumó la violencia paraestatal, representada por el accionar de los nacionalistas xenófobos: Liga Patriótica Argentina.

El saldo fue la muerte de centenares de personas humildes, la cárcel y deportación de decenas de obreros, el asalto a locales sindicales, la destrucción de bibliotecas, imprentas y periódicos, el ataque a comercios y viviendas particulares y el excluyente ensañamiento y crueldad que se tuvo para con la colectividad judía. Algunas fuentes estiman 700 muertes y más de 4.000 heridos aproximadamente.

La Semana Trágica, junto con los fusilamientos de la Patagonia y la represión a los obreros forestales en el Chaco Santafesino (ocurridos entre 1919 y 1921) constituyen una severa tríada de crueldad y clasismo en las cuales el Estado utilizó toda su potencia contra los sectores populares, sirviendo de gendarme de los dueños del poder, de las corporaciones, del privilegio.

Al recordar los 100 años de esos dolorosos hechos, lo hacemos con el firme propósito de que aquellos días aciagos no queden relegados en un rincón de la historia, que no sean olvidados, sino por el contrario, sean resignificados al calor de acontecimientos actuales.

En efecto, con gran preocupación estamos viendo el accionar de los sectores fundamentalistas de derecha que se expanden en América Latina; excluyendo, marginando, rechazando y hostigando a los pobres, a los migrantes, a quienes eligen su género, a “los otros”. Con recursos mediáticos y económicos poderosos, logran instalar sus consignas, y van ganado terreno en la conciencia social, generando situaciones de creciente estigma y discriminación.

La colectividad judía no puede pasar por alto o silenciar el drama de enero de 1919. Y no sólo porque haya sido la singular víctima del terrorismo de Estado y el ensañamiento de la oligarquía conservadora tradicionalista, sino en virtud de sus ancestrales concepciones humanísticas y democráticas.

Aspiramos a convivir en sociedades justas, libres, equitativas, en las que el Estado de derecho sea la norma y no la excepción. La República es mucho más que elecciones periódicas, renovación de autoridades, voto popular, división de poderes. Es también dignidad y justicia para cualquiera, independientemente de su condición; es solidaridad y sensibilidad social ante los que nada tienen y ante el que sufre; es ampliación de derechos, es inclusión auténtica.

Nerina Visacovsky

Daniel Silber

Centro Documental y Biblioteca Pinie Katz Cedob Pinie Katz

Federación de Entidades Culturales Judías de Argentina – Idisher Cultur Farband (ICUF Argentina)