18
ENE
2021

NISMAN. UNA GRAN ESTAFA AL PUEBLO ARGENTINO

Se cumple hoy un nuevo aniversario de la muerte del ex fiscal Alberto Nisman, encargado de la Unidad Especial para el esclarecimiento del bestial atentado a la AMIA, quién se convirtió –de la noche a la mañana- en un héroe para una parte de la ciudadanía argentina, aunque durante toda su gestión al frente de ese organismo fue incapaz de producir alguna prueba que generara alguna luz sobre el cometido para el que había sido designado.
A 6 años de su muerte, se dieron a conocer una sucesión de serios desaciertos perpetrados por él y sus familiares más cercanos, lo cual hace poner en dudas lo afirmado a voz de cuello por una parte de nuestra sociedad, y en especial, por algunas instituciones de la colectividad judía, local e internacional.
¿A quién le era funcional la muerte del fiscal?; ¿al gobierno de entonces?, ¿a la oposición de entonces, que lo tomó como bandera y que gran parte de la población –operaciones propagandísticas mediante- hizo suyas, aunque días atrás ni sabían de su existencia?
Al gobierno de Cristina Kirchner no le beneficiaba esta muerte, tal como se demostró posteriormente. A la oposición de Macri y allegados le era absolutamente eficaz y útil para proseguir el minado de la gestión gubernamental y cosechar voluntades electorales. Pero también fue un servicio de grandes proporciones a la Justicia, que así sumó más y más confusión a la ya enrevesada trama de ocultamientos en la búsqueda de la verdad en lo relativo al atentado a la AMIA, que aún sigue transitado el camino de la impunidad; sumó a la fuerte campaña de desprestigio hacia la administración vigente, desarrollada por los medios de comunicación hegemónicos, que hoy mismo trabajan de la misma manera; sirvió a los intereses de potencias extranjeras que aspiraban (y aspiran) a señalar un enemigo en el concierto internacional con el objetivo de hacerlo blanco de sus ataques. Al instalar como verdad revelada un asesinato que no se pudo probar, sembraron una duda de escalas siderales en detrimento del sentido de la moral, de la justicia y de la verdad. Magistrados cómplices, periodistas venales y políticos corruptos abonaron con tesón un camino plagado de mentiras con el solo objetivo de llegar al gobierno.
Lo cierto es que en la actualidad, no se sabe nada de tal investigación. Lo que sí se ha probado es que han habido manejos oscuros de ingentes fondos, muchos de ellos carentes de una explicación lógica, y que el fiscal no ha provisto ninguna acción que acredite su labor durante años. Hubieron quienes encontraron un su figura a un mártir. Más resulta que ese mártir no tenía aureolas santas y que millones de personas –la gran mayoría honestas- se dejaron llevar por emociones primarias construidas arteramente. Haber estructurado semejante escenario fue altamente nocivo y pernicioso para el funcionamiento republicano, permitiendo dar paso a una de las administraciones más nefastas y perjudiciales para el pueblo y la Nación argentinas.
Resulta que, como en tal momento fueron “Todos somos Nisman”, después fueron “Somos todos Vicentin”, y así sucesivamente se va instalando un peligrosísimo discurso con consignas simples, que atrapan a la gente en una maraña de mentiras, información y desinformación que luego causan estragos.
Desde el ICUF (Federación de Entidades Culturales Judías de la Argentina) queremos que las operaciones políticas y mediáticas se dejen de lado y terminar con la impunidad, de modo que ninguna de estas podredumbres sigan contaminando nuestras vidas cotidianas e institucionales. Queremos saber la verdad.
Marcelo Horestein Presidente
Alejandro Steinman Secretario General

08
ENE
2021

La Semana Trágica de enero de 1919 en Buenos Aires señaló un hito.

El origen fue la huelga que llevaba adelante los trabajadores de la industria metalúrgica Vasena desde diciembre de 1918 en reclamo de mejoras salariares, condiciones de trabajo y reintegro de cesanteados. Ante esta situación, las centrales obreras del momento (las 2 Federaciones Obreras de la República Argentina, tanto sindicalista como anarquista) se movilizaron con amplias manifestaciones en solidaridad con los huelguistas.
Para reprimir a esos trabajadores que hacían piquetes, actos y marchas se desplegó una enorme violencia estatal (policías, bomberos, Ejército, Marina) de persecución salvaje, a la que se sumó la violencia paraestatal, representada por el accionar de la Liga Patriótica Argentina, organización integrada por los “niños bien” de Buenos Aires y elementos desclasados de toda laya, antecedente (no tan) lejano de las siniestras 3 A (Alianza Anticomunista Argentina) de la década del ´70
A esto hay que agregar el fuerte chovinismo y antisemitismo de esos mismos actores, que dedicaron gran parte de su tiempo a la “cacería del judío”, chivo expiatorio del temor de las élites en el poder de una revuelta social de enormes características como contagio de la reciente Revolución de los bolcheviques en Rusia.
El saldo fue la muerte de centenares de personas humildes, la cárcel y deportación de decenas de obreros, el asalto a locales sindicales, la destrucción de bibliotecas, imprentas y periódicos, el ataque a comercios y domicilios particulares y el excluyente ensañamiento y crueldad que se tuvo para con la colectividad judía.
Eran tan grande la ignorancia y el temor de las clases dominantes –y de sus agentes represores- que la coerción fue indiscriminada hacia todo aquello que sugiriera ser “maximalista” (revolucionario). La brutal fórmula que se aplicó fue judío=ruso= maximalista.
La Semana Trágica, junto con los fusilamientos de la Patagonia y la represión a los obreros forestales en el Chaco Santafesino –ocurridos entre 1919/21- constituyen una tríada de crueldad y clasismo de naturalezas únicas en la que el Estado utilizó toda su potencia contra los sectores populares, sirviendo de gendarme de los dueños del poder, de las corporaciones, del privilegio.
Al recordar los 102 años de aquellos terribles acontecimientos lo hacemos con el sentido de que aquellos dolorosos días no queden olvidados en un rincón de la historia, que no sean ignorados, sino que por el contrario, sean resignificados al calor de los acontecimientos actuales en los cuales los fundamentalismos de derecha –sostenes de exclusiones, marginamientos, rechazos, hostilidades a los “otros” (pobres, migrantes, quienes reciben una ayuda estatal, los que eligen su condición de género, los que profesan religiones “raras”)- van ganado terreno en la conciencia social y se generan situaciones absurdas de estigma y rechazo.
La colectividad judía no puede pasar por alto esos tiempos. Y no porque haya sido la singular víctima de un terrorismo de estado naciente. No podemos ignorarlos desde nuestras concepciones humanísticas y democráticas, y no solo para que NUNCA MAS se repitan, sino porque aspiramos a convivir en sociedades justas, libres, equitativas, en las que el estado de derecho sea la norma y no la excepción.
La República es mucho mas que elecciones periódicas, renovación de autoridades, voto popular, división de poderes. Es eso y es dignidad para cualquiera, independientemente de su condición; es solidaridad y sensibilidad social ante los que nada tienen y ante el que sufre; es ampliación de mas y mas derechos, es inclusión sin paternalismos.
semana tragica

06
ENE
2021

El diputado nacional de Juntos por el Cambio, Pablo Ansaloni se refirió a los judíos como apátridas son repugnantes

La declaración del diputado nacional de Juntos por el Cambio, Pablo Ansaloni, quien se refirió a los judíos como apátridas son repugnantes, revelan una profunda ignorancia y promueven el antisemitismo. Nuestra herencia o elección cultural es la identidad judía; nuestra nacionalidad, la argentina. Ante esta aberrante declaración de Ansaloni, el ICUF (Idisher Cultur Farband / Federacion de Entidades Culturales Judías de la Argentina) expresa su repudio, solicita la intervención del INADI y exige la inmediata renuncia del diputado.
Marcelo Horestein Presidente
Alejandro Steinman

04
ENE
2021

A RAIZ DE LAS EXPRESIONES DE SEBRELLI EN “LA NACION”

Pobre Sebrelli. Pareciera que la senectud lo condujo a la senilidad y le obturó el pensamiento. Uno puede preguntarse en qué quedó lo bueno de aquel pensador agudo que nos ayudaba a reflexionar, aquel del pensamiento cuestionador. En realidad, en nada.
Quedó en expresiones absolutamente falsas y terribles, incurriendo no solo en banalizaciones sino en soberbias pasadas de moda y ofensivas.
¿Comparar a los porteños con los judíos del genocidio? No solo es un exceso inexacto; es maldad
Decir que “No puedo sentirme compatriota de un formoseño…” es negar la Historia nacional, rechazar cualquier proceso de integración y repudiar el federalismo, del que tanto alardean los “republicanos de café”
Una lástima que una persona que fue inteligente y sagaz se haya convertido en alguien tan minúsculo…y más pena da que muchos crean que expone verdades.
El ICUF Federación de entidades culturales judías de la Argentina, repudia estos dichos que representan lo peor del fascismo.
Marcelo Horestein presidente
Alejandro Steinman