20
OCT
2021

El activismo institucional: una forma de ver la vida, por Damián Kirzner, hijo de Osvaldo, nieto de León, y de Rosa Winiar

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Algunas notas sobre León Kirzner, Rosa Winiar y su hijo Osvaldo Kirzner

León Kirzner y Rosa Winiar

León Kirzner y Rosa Winiar

Leiba “León” Kirzner nació el 5 de enero de 1900 en un pueblito de Minsk, en lo que hoy es Bielorrusia y falleció el 10 de julio de 2005 en Buenos Aires. León fue un activista destacado en la izquierda judía de Villa Crespo. Fue fundador e impulsor de la compra del terreno donde se construyó la escuela (shule) Sarmiento (hoy Sholem Buenos Aires). León fue una destacada figura en la cooperativa “11 de septiembre” y un activista incansable.

Rosa “Reizl” Winiar nació el 5 de enero de 1905 en un pueblito de Minsk— Rusia, hoy Bielorrusia y falleció el 09 de marzo de 1997 en Buenos Aires. Sostuvo en movimiento judeo-progresista una constante actividad institucional y social, y fue así como llegó a tener un nivel cultural muy alto. Era conocedora del teatro, y sabía recomendar lecturas y actividades. Asimismo, promovía actividades políticas relacionadas con el Partido Comunista Argentino. Entre varias de sus tareas, dirigió el Leyen Krayz (círculo de lectura femenino) del Sarmiento.

Ambos llegaron escapando de la miseria y el antisemitismo, alrededor del año 1927, con unos 22 y 27 años. Se conocieron en la vivienda donde se alojaban junto a otros inmigrantes. Desde su llegada, siempre estuvieron involucrados con el movimiento judeo-progresista. Decía Osvaldo en una entrevista que le realizó Nerina Visacovsky en 2017 que sus padres no pararon nunca de activar: “mis viejos aflojaron cuando se les aflojaron las patas”.

Damián y Osvaldo

Damián y Osvaldo

Osvaldo Kirzner nació el 18 de octubre de 1934 en Buenos Aires. Se recibió de ingeniero civil en Universidad Nacional de La Plata en el año 1958, heredó de sus padres la pasión por construir las instituciones del ICUF y formó parte activa del Sarmiento desde que era muy joven. La institución es su ideología y su manera de ver la vida, siempre vinculada a participar de su comunidad y trabajar para mejorar su bienestar: activar y ser parte del bien común de una manera cooperativa.

El activismo institucional: una forma de ver la vida, por Damián Kirzner

Damián y Osvaldo Kirzner

Damián y Osvaldo Kirzner

Mi papá condensa en su persona la herencia ideológica y el cooperativismo de mi zeide, y la ternura, calidez y empatía de mi baba. Él puso su herencia y lo propio en práctica, y creo que con gran éxito, en todo lo que ha emprendido con amor. Su emprendimiento principal fue ser activista de Zumerland, del Sarmiento, del CER, del ICUF… De ese grupo de personas, de esa manera de ver el mundo.

Asamblea Zumerland enero

Asamblea Zumerland enero

Vecino del barrio de Villa Crespo, se involucró con el Sarmiento cuando mi hermana mayor entró al jardín, a fines del 65, y se quedó por casi sesenta años. Ahí encontró un grupo de amigos de toda la vida; personas con las cuales compartió su tiempo y a quienes siente —y siento— como nuestra familia. Nos sigue pasando que, cuando volvemos a Zumerland, y creo que un poco nos pasa a todos y por eso vamos a la fiesta de fin de turno cada año, nos encontramos con “familiares”. Es como volver al barrio.

Representando a la Comisión Directiva de Sholem Buenos Aires en la actividad "Plantar un Libro" (2019) del CeDoB Pinie Katz, en Zumerland Invierno.

Representando a la Comisión Directiva de Sholem Buenos Aires en la actividad «Plantar un Libro» (2019) del CeDoB Pinie Katz, en Zumerland Invierno.

Ir toda su vida a Zumerland a cuidar el turno, a ocuparse de que la obra estuviera apta, esa fue su actividad, su quehacer. Todo activista tiene su actividad, y la de él fue esa. Estuvo haciendo lo que le gustaba, y el balance de su ejercicio es muy gratificante.

Acto por el Levantamiento del Ghetto de Varsovia en Sholem Buenos Aires, 2014.

Acto por el Levantamiento del Ghetto de Varsovia en Sholem Buenos Aires, 2014.

Eligió donar mucho tiempo de su vida a las instituciones icufistas en las cuales asumió, muchas veces, tareas ingratas —lo he visto saberse no querido por haber tenido que tomar decisiones fuertes o incómodas, y ocupar posiciones que nadie quería—. Toda una puesta en práctica de una ideología, con aciertos y con errores, durante muchos años, con amor, y por amor a ese proyecto. Por sentir que era su obligación, su responsabilidad y, también, su lugar en el mundo.

Asamblea en el Teatro IFT (2014).

Asamblea en el Teatro IFT (2014).

Por un largo periodo, fue el Tesorero de esos espacios: pedregosa la tarea de tener que ver cómo sustentar económicamente un espacio que tiene un “plan de negocios” muy complicado: no es tarea sencilla tratar de hacer crecer una institución en este mundo capitalista, sin que esta se vuelva prohibitiva pero que, a su vez, sea justa con quienes trabajan en ese lugar.

Equipo de Zumerland Febrero, en el 10° aniversario de Sholem Buenos Aires (2019).

Equipo de Zumerland Febrero, en el 10° aniversario de Sholem Buenos Aires (2019).

Al dejar la Tesorería, durante largo tiempo fue el Presidente de la Asociación Israelita Argentina Cultural, Educativa y Recreativa “CER”, resultante de la fusión de Zumerland y del Sarmiento (1970). Este último, en sus inicios (años 50), comenzó como escuela complementaria idiomática, se consolidó como jardín, luego incorporó la escuela primaria (1994) y, más adelante (2008), se unió con otras instituciones icufistas con el fin de brindarse protección mutua, pero sin perder identidades: permanecieron siendo este grupo de personas, este Sholem Buenos Aires.

Presentación de la "Colección 1000 años", 10 libros traducidos del ídish al castellano, editados por Sholem Buenos Aires.

Presentación de la «Colección 1000 años», 10 libros traducidos del ídish al castellano, editados por Sholem Buenos Aires.

Es de una enorme generosidad permitirse cambiar el nombre propio para ser parte de una entidad que engloba y representa a todas, porque el CER dejó su nombre —al igual que las otras instituciones integradas el propio—para llamarse Sholem Buenos Aires, para estar todos juntos. Así se logró que la institución siguiera en marcha, que Zumerland siguiera activa.

2014: En la inauguración del EEPI, el más reciente proyecto educativo de Sholem Buenos Aires (Ver nota al respecto en este mismo boletín)

2014: En la inauguración del EEPI, el más reciente proyecto educativo de Sholem Buenos Aires (Ver nota al respecto en este mismo boletín)

Durante muchos años, no se hallaban sucesores para la tarea que mi papá y sus compañeros llevaban adelante; personas que tomaran sus tareas con el compromiso y el tiempo que ellos le estaban dedicando pero, cuando los hubo, mi papá supo desprenderse de sus responsabilidades y entregar la antorcha a gente con más energía, con miradas más nuevas, acordes con otra coyuntura.

El día de la donación de los archivos al CeDoB Pinie Katz.

El día de la donación de los archivos al CeDoB Pinie Katz.

Es conmovedor que haya decidido hacer en vida esta donación de los archivos personales de mi baba y de mi zeide, y parte del suyo personal: también eso habla de su manera de ver el mundo.

Osvaldo presente en el ciclo de chalas del CeDoB: "La Tribuna judeo-progresista: Aportes a través del TIempo. Generaciones dialogando".

Osvaldo presente en el ciclo de chalas del CeDoB: «La Tribuna judeo-progresista: Aportes a través del TIempo. Generaciones dialogando».

Después de haberse separado de mi mamá Raquel, “Pupe”, quien lo acompaño durante más de 40 años y en todo aquel proceso, con quien compartió su paternidad —tres hijos Andrea, Miriam y yo, Damián—, durante los festejos del aniversario 50 de Zumerland (1999), mi papá volvió a formar pareja con Ani Diamant, con quien comparte la vida, esa mirada por ese lugar, ese espacio, ese mundo.

2019, Zumerland, "Plantar un libro": Ana Diamant, Gadi Fredzon (director Zuemerland Febrero), Sara Ramayo (equipo CeDoB 2019), Osvaldo Kirzner, Gabriela Horestein (equipo CeDoB).

2019, Zumerland, «Plantar un libro»: Ana Diamant, Gadi Fredzon (director Zuemerland Febrero), Sara Ramayo (equipo CeDoB 2019), Osvaldo Kirzner, Gabriela Horestein (equipo CeDoB).

Mi papá sumó a todos sus amigos, a todo el grupo de amigos de Ani; se unieron familias, y mi papá tuvo muchos nuevos hijos y nietos.

No hay nada más lindo que el abrazo con mi papá, y eso lo saben todos los que lo abrazaron: una abrazo tan cálido y generoso y tan como él, que todos los que lo recibieron, pueden aprehenderlo para llevarlo y compartirlo.

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20
OCT
2021

Editorial N.° 8: En el encuentro, el cooperativismo y la solidaridad como sello identitario, por Gabriela Horestein

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Gabriela Horestein, Coordinadora Ejecutiva del CeDoB Pinie Katz.

Gabriela Horestein, Coordinadora Ejecutiva del CeDoB Pinie Katz.

Llega en este octubre el boletín N.° 8 del CeDoB Pinie Katz, al tiempo que se arrima el calorcito y siguen bajando los casos de covid-19 gracias a la vacunación masiva; van recomponiéndose la presencialidad, los abrazos y los proyectos.

Este número cuenta con notas que se complementan y cooperan entre sí para narrar distintas aristas de aquello que es una marca identitaria del movimiento icufista: la ayuda mutua, el trabajo colectivo, el arte como elemento transformador.
Desde su llegada a Argentina, fueron comunes entre los judíos inmigrantes las cooperativas y cajas de crédito para sostener no solo el desarrollo industrial incipiente, sino también bibliotecas, escuelas, clubes. La solidaridad fue y es una marca distintiva de la izquierda judía, tanto en el país como en el mundo.

"Judíos por las vidas negras"

«Judíos por las vidas negras»

Con gran honor, presentamos una nota reflexiva, en castellano y en inglés, del Dr. Paul C. Mishler, Profesor de la Universidad de Indiana, amigo de nuestras instituciones y especialista en los movimientos radicalizados en Estados Unidos. Allí nos cuenta acerca de la solidaridad del judaísmo progresista con otras minorías, con foco en el movimiento Black Lives Matter (Las vidas negras importan), movimiento surgido en EE. UU., a partir del asesinato de George Floyd, el que conmovió al mundo y reverdeció la lucha contra el racismo y el abuso policial.

Isaac Haimovichi. Óleo pintado por Irene, una de sus tres hijas.

Isaac Haimovichi. Óleo pintado por Irene, una de sus tres hijas.

En cuanto al arte como elemento transformador, el corazón se sienta en una butaca del Teatro IFT para traer al frente a Isaac “el Haimo” Haimovichi, el declamador de los actos conmemorativos del Ghetto de Varsovia, el hombre del CIR de Ramos Mejía —institución icufista— que deslumbró en el escenario giratorio. De la mano de sus tres hijas, Laura, Marcela e Irene, conocemos su recorrido.

Sede Maturín de Sholem Buenos Aires: El EEPi, la cancha.de deportes.

Sede Maturín de Sholem Buenos Aires: El EEPI, la cancha de deportes.

Pero también vibra en nuestras instituciones desde sus comienzos el arte de enseñar asociado al cooperativismo solidario. Hoy el EEPI (Espacio Educativo de Primera Infancia) recolecta y renueva ese espíritu comunitario y de ayuda mutua en el proyecto educativo más reciente de Sholem Buenos Aires (en gestión asociada con el GCBA). Vanina Poczymok, su directora, nos cuenta cómo es la experiencia de erigir ese nuevo espacio educativo al calor del icufismo del siglo XXI.

Marisa Gerson, hija de Yaco y Dora, entregando el Archivo personal de sus padres  en el CeDoB.

Marisa Gerson, hija de Yaco y Dora, entregando el Archivo personal de sus padres en el CeDoB.

Durante este bimestre, recibimos dos importantes donaciones: Llegó el Archivo personal de Jacobo “Yaco” Gerson y Dorita Ohman, activistas y militantes del Centro Cultural “I. L. Peretz” de Lanús y con el ICUF. Marisa y Nora, dos de sus tres hijas trajeron, en dos entregas, documentación y libros de incalculable valor.Ariel Korzin, uno de sus nietos, nos cuenta en este boletín cómo forjaron su ideología y su compromiso, siempre con ternura.

Osvaldo Kirzner el día que trajo su donación al CeDoB.

Osvaldo Kirzner el día que trajo su donación al CeDoB.

La otra destacada donación es la de Osvaldo Kirzner, directivo de Sholem Buenos Aires quien nos trajo, además de documentación propia, los Archivos personales de sus padres, también activistas de dicha Institución: León Kirzner —miembro fundador de la Cooperativa que funcionó allí al comprarse el terreno— y Rosa Winiar, quien fue inclusive directora del leyen krayzn —círculo de lectura femenino— que allí funcionó.

Damián, el nieto de León y Rosa, el hijo de Osvaldo, nos cuenta sobre sus trayectorias.

icuf300Y este fin de año trae eventos presenciales bajo el brazo: durante los días 20, 21 y 22 de noviembre, el movimiento icufista celebrará sus 80 años de historia, en el marco de su XX Congreso, al cual estará dedicado el próximo número de este boletín. Se reunirán delegados de todas las instituciones del país adheridas al movimiento; se debatirán ideas, el trabajo realizado, se establecerán los proyectos para los siguientes tres años de gestión y la nueva Comisión Directiva. También habrá una cena de camaradería y festejo, con homenajes, juegos y discursos alusivos.

banner producciones cedob pinie katzEn el marco del evento, el CeDoB Pinie Katz presentará formalmente un libro que nos llena de orgullo y expectativas: La Tribuna icufista: Tiempo de Aportes, bajo el renovado sello Editorial ICUF, en asociación con Editorial Astier, el cual estará disponible para toda persona que desee leerlo… ¡Habrá más novedades en nuestras redes y en el próximo Boletín!

feria cultural 2021Invitamos a visitar la Feria Cultural del EEPI el próximo 29 de octubre a las 18.00 hs: “(¿Cómo es?) volver a encontrarnos”, la que se renueva en este reencuentro en las calles del Jardín. Postas de juegos, bailes, comidas típicas y mucho más… ¡Pasen, vengan, difundan!

Cada donación que llega al CeDoB Pinie Katz nos da una pieza clave para completar el relato del judeo-progresismo de izquierda. Con nuestro trabajo, nos acercamos a los miembros de nuestras instituciones pero, también, colaboramos con entidades y personalidades hermanas en el exterior. Nos sumamos a la cadena cooperativista y solidaria de archivos afines. La ayuda mutua no se trata de un proyecto específico, sino de una posición que es transversal a todo lo que nos proponemos.

Cada nota de este boletín es una pieza que suma a la construcción colectiva del relato sobre quiénes somos. Esperamos que las disfruten tanto como este equipo al realizarlas.
Nos reencontramos en el Boletín N.° 9 con las novedades del XX Congreso del ICUF.

Compartimos una elegía para nuestra querida Rena Blauer, miembro de la actual Comisión Directiva del ICUF, quien falleció recientemente:

Rena Blauer de Frenkel (9-08-1931, Brody, Polonia – 8-10-2021, Buenos Aires, Argentina). Conoció a su padre, Rubén Blauer, cuando llegó a Argentina con su madre, Sofía Waiss, en 1934, en el Hotel de Inmigrantes. Tiene dos hermanas: Fanny y Alicia. Inició Rena su recorrido icufista en la Biblioteca Popular Israelita “12 de Octubre” (hoy sede Maturín de Sholem Buenos Aires) a sus 5 años. En pareja con Samuel Frenkel desde los 14, su adolescencia fue en el Zhitlovsky de Paternal. A sus 21 años, se casaron y se fueron a vivir a Villa Lynch: sus cuatro hijos fueron al jardín, shulemitl-shul Kinder Club, Adolescentes en el “I. L. Peretz de Villa Lynch” y a Zumerland, mientras ella era activista en las respectivas comisiones. Trabajó durante muchos años en un centro de salud de Villa Bosch, convocada por Sara Katz, hija de Pinie y Lili, para acompañar los procesos de primera infancia en el barrio.

Se destaca su labor en comisiones directivas, en las áreas culturales, en todas las instituciones por las que transitó. Fue Secretaria de Actas en el Peretz de Villa Lynch y también en el ICUF, en donde participó, inclusive, en 2021. Fue impulsora y voluntaria del proyecto Tzedaka-ICUF[1]. Cuando la entrevistamos, en 2020, nos decía: “Siento que el ICUF es mi lugar en el mundo, y desde este espacio tenemos que sumar nuestro granito de arena para lograr un mundo mejor. Esa fue, es y será mi utopía […] Quiero saludar a mis compañeras voluntarias de Tzedaka, a las del taller de tejidos y a tantas otras que asumieron sus roles con tanta responsabilidad. Abrazo a todas y, por supuesto, a ustedes, chicas. ¡Vamos CeDoB todavía!” Así la queremos, así la recordamos. Continuamos la tarea, compañera.


[1] Convenio de contraprestaciones con el fin de acercar ayuda a los más necesitados de la colectividad judía, durante la crisis de 2001. Se entregaban vale para comida, medicamentos, se brindaba asistencia social, ayuda para la vivienda y más.

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20
OCT
2021

Relato a tres voces, para Isaac Haimovichi, por Laura, Marcela e Irene, sus hijas

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La llegada de “Haimo” a la vida comunitaria del Teatro IFT, por Laura, la hija más grande

Laura Haimovichi

Laura Haimovichi

Imagen que formó parte del Portfolio actoral de Isaac Haimovichi (principios de los 70).

Imagen que formó parte del Portfolio actoral de Isaac Haimovichi (principios de los 70).

Papá siempre hizo lo que quiso. Actuó y recibió varios reconocimientos[1]. Partió feliz, aunque su cuerpo ya era pura falla durante el último tramo.

Para Isaac Haimovichi (1928-2015, Buenos Aires, Argentina), hijo de Rebeca Pucman, una rusa comunista, exiliada en el tiempo de los zares, y de Mauricio “Moishe” Haimovichi, un sastre rumano y anarquista que nos enseñó que las bolas de fraile y los vigilantes deliciosos de las panaderías habían sido creados por sus camaradas libertarios, la relación con el ICUF comenzó a fines de los años cincuenta, en el Teatro IFT.

Fue Manolo Iedvabni —destacado dirigente, dramaturgo y director en el Teatro IFT, entre otros— quien lo había elegido luego de verlo trabajar en Nuevo Teatro con Héctor Alterio, Alejandra Boero, Pedro Asquini, Augusto Fernández, Carlos Gandolfo y Agustín Alezzo (este último lo dirigió en Las brujas de Salem, en Mar del Plata.

Esquirlas. Obra de Mario Diament. Se representó en el Teatro del Pueblo. Aquí en una escena con Alejandra Darín.

Esquirlas. Obra de Mario Diament. Se representó en el Teatro del Pueblo. Aquí en una escena con Alejandra Darín.

De hecho, fueron nuestras primeras vacaciones familiares en la playa: papá iba, al caer el sol, al Teatro Auditorium a laburar).

En el pasillo que iba de los camarones al escenario, Haimo caracterizado como el pirata Barbarroja para la obra para niñes, Érase un viejo pirata. Fines de los años 60/comienzos de los 70, en el Teatro IFT.

En el pasillo que iba de los camarines al escenario, Haimo caracterizado como el pirata Barbarroja para la obra para niñes, Érase un viejo pirata. Fines de los años 60/comienzos de los 70, en el Teatro IFT.

Un día, caminando por las veredas de La Paternal, Manolo vio a papá detrás de una ventana mientras cortaba unas prendas en una sastrería: ¿No tenés ganas de venirte al IFT?, le preguntó.

Manolo trabajaba en la escuela del teatro de la calle Boulogne Sur Mer, una de las más importantes de entonces, con docentes muy prestigiosos. Isaac se entusiasmó, entró al elenco y se quedó unos cuantos años.

En palabras de mi hermana Irene,

El IFT [fue] su primer encuentro con el ICUF, institución de la que se sintió parte apenas pisó las baldosas del hall de ese bello teatro enclavado en el corazón del barrio de Once. Allí el teatro y allí el amor. Allí la militancia en el arte, la identidad que mezclaba la raíz judía con la comunista y, amalgamándolo todo, el sentimiento de pertenencia a esta Patria argenta.

Con el elenco de El diario de Ana Frank, dirigidos por Oscar Fessler, en la redacción de un diario de la ciudad de Córdoba. El de la sonrisa es Isaac, entre las mujeres están Sara Aijemboim (madre de Raymundo Gleyzer) y Elita Aizemberg. Uno de los actores (alto y muy joven) es Néstor Francisco. Año 1958. Llevaron la obra a distintas provincias argentinas.

Con el elenco de El diario de Ana Frank, dirigidos por Oscar Fessler, en la redacción de un diario de la ciudad de Córdoba. El de la sonrisa es Isaac, entre las mujeres están Sara Aijemboim (madre de Raymundo Gleyzer) y Elita Aizemberg. Uno de los actores (alto y muy joven) es Néstor Francisco. Año 1958.
Llevaron la obra a distintas provincias argentinas.

Arrancó en el IFT con El diario de Ana Frank, donde compartió escena con Elita Aizemberg y Sara Aijemboim —la mamá de Raymundo Gleyzer, el cineasta secuestrado y desaparecido durante la última dictadura, quien se crió en ese teatro, como mis hermanas y yo—.

Isaac y Martha en su despedida de solteros, en el Teatro IFT (1960)

Isaac y Martha en su despedida de solteros, en el Teatro IFT (1960)

Fue a fines de los cincuenta cuando Isaac conoció a Martha Spivak (1938, Buenos Aires, Argentina), mi madre, la más linda de las alumnas de la escuela. Ella venía del Teatro Municipal de Morón, admiraba al “Gordo” Haimo, como todos llamaban a mi papá —que hasta entonces usó el seudónimo Pablo Rivera—, por su talento actoral y su carisma.

Ambos coincidieron en una fiesta donde bailaron toda la noche y, entre cortes y quebradas, algunos twists, temas de jazz, charlas sobre «el método» (Stanislavski) y amigos en común, se enamoraron. La relación se afianzó; decidieron vivir juntos en Haedo. Un año después, en septiembre de 1960, se casaron. La despedida de solteros se celebró en el segundo piso del IFT, con guirnaldas.

La militancia y el arte confluyen en el “Haimo”, por Marcela, la hija más pequeña

Marcela Haimovichi

Marcela Haimovichi

Cuando tres pasitos míos alcanzaban su paso gigante.

Cuando de Haedo a Once, al compás del ferrocarril Sarmiento, papá me enseñaba cada estrofa del tango Mi noche triste (“Percanta que me amuraste/ en lo mejor de mi vida”).

El "Haimo" dando su discurso alusivo, década del 60.

El «Haimo» dando su discurso alusivo, década del 60.   Fuente: Visacovsky, N.: «Argentinos, judíos y Camaradas: Tras la utopía socialista» (Biblios, 2016).

Cuando la Pizzería “Belén” era “León Paley”, en Boulogne Sur Mer y Corrientes, a mitad de cuadra de esa misma calle, en el teatro IFT, fui la pequeña hija, la menor de tres mujeres, del anfitrión de un ritual: cada 19 de abril, Isaac recibía a quienes se reunían para conmemorar el Levantamiento del Ghetto de Varsovia. “Quienes lo escucharon recitando en esos actos, no se olvidan de aquella voz suya, que todavía me acaricia en el recuerdo”, evoca Irene, mi hermana del medio.

Ese acto unía distintos espacios que en mi niñez eran la prolongación de nuestra casa: el patio de juegos en el Centro Israelita (CIR) de Ramos Mejía —que después fue el CER de Villa Crespo—, la colonia Allá lejos en Mercedes, Zumerland, y el IFT, nuestro salón de fiesta, y teatro. Eso para mí era el ICUF.

En el teatro IFT durante un ensayo de la obra "Las tres hermanas de Chéjov". La dirigió el uruguayo Atahualpa del Cioppo. Su personaje era Chebutikin (chequear en Google). Actuaban Cipe Lincovsky, Marta Gam, Elita Aizemberg, Jordana Fain, Alejandro Marcial, Meme Vigo.

En el teatro IFT durante un ensayo de la obra «Las tres hermanas de Chéjov». La dirigió el uruguayo Atahualpa del Cioppo. Su personaje era Chebutikin. Actuaban Cipe Lincovsky, Marta Gam, Elita Aizemberg, Jordana Fain, Alejandro Marcial, Meme Vigo.

En el Teatro IFT, Haimo como actor fue, entre otros, pirata, rey y el Marqués de Sade. En palabras de mi hermana Irene:

Papá era enorme. Papá se escribe con mayúscula. Su enormidad no se debía a que fuese especialmente alto; Papá era enorme cuando se paraba en el escenario, su presencia escénica expandía aquel cuerpo hasta ocuparlo todo, incluso en el silencio, incluso de espaldas al proscenio.

Y no les cuento cuando emitía su voz, esa voz lo llenaba todo, cubría todos los espacios, era aire en el aire, era viento, era ternura y enojo, era grito, era su puño alzado desde el corazón, su puño izquierdo. Él en el escenario y sus tres hijas, Laura, Marcela y yo, y su sobrina Silvana, repitiendo cada verso como un eco desde la platea del teatro IFT.

Descanso en el IFT

Descanso en el IFT

Pero al Teatro IFT llegó un abril en el que no pudo ir. Entendí, en aquel tiempo de mediados de los 70, que el Partido Comunista había dicho que era peligroso para él, que lo estaban protegiendo, y él tan triste… y él tan generoso, amorosamente desde bambalinas acompañó y guió a un muchacho que lo reemplazó.

No sé si otro abril lo encontró en el IFT, solo sé que hoy lo recuerdo frente a una platea icufista que lo reconocía por su compromiso, su presencia, su puño izquierdo cerrado, su amplia sonrisa y su inconfundible voz, que hacía que quien lo escuchara dijera: “Ese es Haimo”.

El CIR de Ramos Mejía y el IFT unidos por la cinta de acero de los rieles del Sarmiento, por Irene, la hija del medio

Irene Haimovichi

Irene Haimovichi

Desde el Teatro de la calle Boulogne Sur Mer, de la mano de Marthita, que es decir del amor, llegó al Oeste conurbano y al CIR. Como en el IFT, su integración fue portadora de aquello que era: un hombre de escenarios.

CIR Ramos Mejía

CIR Ramos Mejía

Viene a mí el CIR, nuestro Kinder Club de Ramos, donde cada uno tenía su lugar en la urdimbre colectiva, donde nadie era más que nadie y las tardes de sábado nos encontraban compartiendo el mate cocido con galletitas.

Allí se convirtió en el presentador oficial de cuanto acto, recital, actividad artística hubiese. También fue el oído dispuesto a escuchar a tantas y tantos compañeros, el abrazo fuerte y afectivo para contener el dolor, la risa compartida en las alegrías.

En el escenario al aire libre, que hacía de fondo a la canchita donde los pibes jugábamos al fútbol o al delegado, su voz nos anunció la presencia de la Negra Sosa, el Quinteto Tiempo, César Isella. Recuerda mi hermana Marcela que

poder verlos, tenerlos tan cerca, después de escucharlos una y otra vez en el Winco de casa, me hizo creer que papá era un mago con traje a cuadritos, corbata y, bajo su brazo, un sobre de cuero lleno de poemas, de los cuales el que más recuerdo decía “Una montaña de zapatitos de pibe”, Zapatitos de Juan Gelman.

Todos cantamos con ellos, un coro sin director que entonaba estrofas de revoluciones, hombres nuevos, luchas inclaudicables.

Rodeado por algunas de las mujeres de la familia: Martha su esposa (de remera clara), a su lado. Paradas: sus hijas Marcela y Laura y su sobrina Silvana. De negro, su hija Irene. Les niñes: la nieta, Mile Levit, y la sobrina nieta, Oriana Durán.

Rodeado por algunas de las mujeres de la familia: Martha su esposa (de remera clara), a su lado. Paradas: sus hijas Marcela y Laura y su sobrina Silvana. De negro, su hija Irene. Les niñes: la nieta, Mile Levit, y la sobrina nieta, Oriana Durán. Ausentes, sus nietos: Ulises y Ana Wainstein, Luciana Clerici, y Pablo Damián Levit.

Los presentes, los activistas, temo olvidarme de algunos porque la memoria me es esquiva, y allí Grushka, Bardaj, Drucaroff, Rascován, Marasas, Spivak, Treguer, Sommer, Sposato, Hofman, Szock, Jacubovich, Kogan, Rozengardt, Kordon, Piterbarg, Feibrum, Kraizer, Lejtman. Y tantos más.

Óleo pintado por Irene, su hija, representa a Isaac trabajando en su taller de peletero, mientras Martha su esposa (también actriz) arregla las plantas del patio.

Óleo pintado por Irene, su hija, representa a Isaac trabajando en su taller de peletero, mientras Martha su esposa (también actriz) arregla las plantas del patio.

Tal vez ese Oeste era su lugar en el mundo, el Oeste y los escenarios, unidos por la cinta de acero de los rieles del Sarmiento. Papá sentado en las butacas de cuerina verde del vagón, con el libreto de la obra abierto en alguna página, a contramano de quienes regresan del trabajo va hacia un nuevo personaje, apropiándose de él durante el viaje. El escenario del IFT lo espera, siempre lo espera.

[1] Además de reseñas estimulantes y aplausos miles: la legislatura de la Ciudad de Buenos Aires lo premió con el Trinidad Guevara, en el Congreso Argentino recibió el Pablo Podestá a la trayectoria honorable y, por su papel en Recuerdo de dos lunes, dirigido por Agustín Alezzo en Andamio 90, le otorgaron el Florencio Sánchez.

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20
OCT
2021

Los judíos y el movimiento “Black Lives Matter”: reflexiones acerca de la solidaridad interétnica[1], por Paul C. Mishler

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Paul C. Miahler

Paul C. Mishler

El asesinato policial de George Floyd en Minneapolis, durante la primavera norteamericana del año 2020, inspiró un levantamiento a nivel nacional en las calles, en las escuelas, en los ayuntamientos y en las legislaturas locales y nacionales. Este movimiento, que se reunió bajo el lema #Black Lives Matter (Las vidas negras importan), fue liderado en gran medida por mujeres jóvenes negras, y se expandió por todos los sectores de las comunidades afroamericanas; desde los niños en edad escolar hasta los ancianos. Los veteranos del movimiento por los derechos civiles marcharon en las calles con sus nietos, mientras que los estudiantes de secundaria y preparatoria salieron de sus escuelas para participar en las manifestaciones semanales.

caso FloydEste movimiento se centró en la violencia diaria infligida a los jóvenes negros, generalmente sin repercusiones ni responsabilidad; y denunció que no se trata de incidentes aislados. De hecho, desde que comenzó la rebelión #Black Lives Matter, más de 1.000 personas han sido asesinadas por la policía. Los negros tienen más probabilidades de ser víctimas de disparos policiales y más probabilidades de estar desarmados cuando son asesinados. Y aunque el racismo hacia los negros está en el centro de la violencia policial, latinos, inmigrantes, indígenas, asiáticos y blancos también están entre las víctimas.

Floyd 2Esto ha sido una constante en la vida de los afroamericanos desde la época de la esclavitud. Entre las primeras organizaciones policiales ya existían los grupos de «cazadores de esclavos». Se encargaban de capturar a los afroamericanos que huían de la esclavitud y devolverlos a las plantaciones. Durante el siglo XX, en el norte del país, cada una de las principales rebeliones urbanas de las comunidades negras fue a causa de la violencia policial: desde Harlem en 1935 hasta Los Ángeles, Detroit y Newark o Nueva Jersey, durante la década de 1960.

george-floyd-memorial-mural-1En este último período, a medida que el movimiento BLM se iba desarrollando entre los jóvenes, se iba conectando con los esfuerzos anteriores para enfrentarse a los sistemas policiales y penitenciarios, tal como el “Movimiento de Abolición de las Prisiones” o “Resistencia Crítica”, dirigido por la activista y teórica revolucionaria Angela Davis, quien también fue presa política. El Movimiento luchaba dentro del sistema penitenciario, y también concientizando contra el racismo en escuelas y universidades. Estudiantes, padres y profesores cuestionaban la disciplina racista y la presencia de policías armados en las instituciones.

Entonces, ¿qué tiene que ver esto con los judíos, tanto en Estados Unidos como en la comunidad internacional?

aaNuestras mejores tradiciones, tanto religiosas como históricas y seculares, han sido siempre críticas con la opresión del poder estatal. Tanto si se trata de los opresores egipcios, de los que todos aprendimos cuando celebramos Pésaj, como de las masacres antisemitas de principios del siglo XX en la Rusia zarista y, por supuesto, del propio Holocausto, que destruyó trágicamente la vibrante comunidad judía europea. Siempre hemos desconfiado del «poder policial» del Estado.

Blacks live matters (escrito en ídish, transliterado en fonética del inglés)

Black lives matters (escrito en ídish, transliterado en fonética del inglés)

Por nuestra condición de judíos sabemos sobre historias de persecución y marginación. Conocemos claramente los costos del racismo y la intolerancia, tanto hacia nosotros, como hacia otros pueblos con situaciones similares. Como parte de sus esfuerzos por eliminarnos, los nazis mataron a millones de personas. Como dice el viejo eslogan sindical estadounidense «Un perjuicio para uno, es un perjuicio para todos»; o como dijo Martin Luther King «Una injusticia en cualquier lugar es una injusticia en todos los lugares»; o como me dijo mi propia madre con relación al Holocausto «porque nos hicieron esto a nosotros, más aún debemos defender a cualquier otro que sufra opresión».

Camp-K-Milton-Glaser-Poster-600x926En Estados Unidos la izquierda judía se distinguió por su apoyo y activismo a las luchas del pueblo afroamericano. Durante el caso Scottsboro, en la década de 1920, en el que nueve jóvenes negros fueron acusados falsamente de violación, los comunistas judíos se pusieron a la cabeza de la organización del primer movimiento masivo de trabajadores contra el racismo, que involucró a los estadounidenses blancos.

Libro de Paul C. Mishler

Libro de Paul C. Mishler

Durante la década de 1960, muchos de los primeros activistas blancos que se unieron a sus hermanas y hermanos negros en el Sur del país eran judíos, especialmente de familias de izquierda. Y esto aún continúa.

Por último, el ascenso de una derecha tradicional de corte fascista, alentada por la administración de Donald Trump también alentó un aumento del antisemitismo. En Pittsburg, unos judíos religiosos que estaban rezando fueron asesinados por un hombre armado defensor de la supremacía blanca; y en Charlotte Virginia los nazis estadounidenses corearon «los judíos no nos reemplazarán» (¡quién sabe qué significa eso!). En Pésaj escuchamos la historia de los cuatro hijos, y es el «malvado» el que pregunta: “¿qué tiene que ver esto con nosotros?». Pues no seamos como él.

[1] Traducción al castellano de Nerina Visacovsky, CeDoB Pinie Katz 2021.

Black Lives Matter to Jews

The police murder of George Floyd in Minneapolis last spring inspired a nation-wide upsurge in the streets, in schools, in city halls, and in local and the national legislature. This movement rallying under the banner of #Black Lives Matter was lead largely by young Black women, and reached into African American communities from schoolchildren to elders. Veterans of the Civil Rights movement marched with their grand-children, while middle and high school students walked out of their schools to participate in the weekly demonstrations.

This movement focused on the daily violence inflicted on Black young people usually with no repercussions or accountability. These were not isolated incidents. Indeed, since the #Black Lives Matter rebellion began over 1000 people have been killed by police. Black people are more likely to be victims of police shootings and more likely to be unarmed when killed. Although racism is at the heart of police violence, Latino, immigrant, Indigenous, Asian and whites are also among the victims.

This has been a constant in the lives African Americans since the era of slavery. Among the first organized police departments were “slave-catcher” gangs charged with returning African Americans fleeing slavery to the plantations. In the twentieth century, in the north, each of the major urban rebellions in Black communities were sparked by police violence: from Harlem in 1935 to Los Angeles, Detroit and Newark, New Jersey during the 1960s.

As the movement developed among young people it connected to earlier efforts to confront the police and prison systems including the Prison Abolition Movement/Critical Resistance led by revolutionary activist and theorist Angela Davis-herself a former political prisoner, the Movement inside the prison system, and the struggles of students, parents and teachers against racist discipline in schools and the presence of armed police in the schools.

So, what does this have to do with Jews-both in the US and as part of an international community?

Our best traditions both religious and historic/secular have been critical of the oppressiveness of state power. Whether it is the Egyptian oppressors, we all learn about at Pesach, the anti-Semitic massacres of early 20th century in Czarist Russia, and of course the Holocaust itself that effectively destroyed the vibrant European Jewish community, we have distrusted the “police power” of the state.

As Jews is a history of persecution and marginalization. We know clearly the costs of racism and bigotry for us and for other similarly position peoples. As part of their efforts to wipe us out, the Nazis killed millions of others. As the old US labor slogan goes “An Injury to one, is an injury to all” or as Martin Luther King said “An injustice anywhere is an injustice everywhere”, or as my mother told me regarding the Holocaust “Because they did this to us, we must stand up for anyone else suffering oppression.”

In the United States the Jewish Left was distinguished by their support for and activism in struggles of the African American people. During the Scottsboro Case during the 1920s where nine young Black men were falsely accused of rape, Jewish Communists took the lead in organizing the first mass working class movement against racism that reached out to white Americans. During the 1960s many of the early white activists who joined their Black sisters and brothers in the South were Jews, especially those from left-wing families. And this continues.

Finally, the rise of a traditional fascist-like right wing, encouraged by the Trump administration has also seen a rise in very traditional anti-Semitism. In Pittsburg, Jews at prayer were killed by a white supremacist gunman; and in Charlotte Virginia American Nazis chanted “Jews will not replace us”. (who knows what that means).

At Pesach we hear the story of the four children. It is the “wicked” one who asks what does this have to do with us?” Let’s not be that one.

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20
OCT
2021

El EEPI: un espacio para educar y promover derechos, un espacio icufista, por Vanina Poczymok[1], su directora

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Vanina Poczymok

Vanina Poczymok

Comenzando esta nota formalmente, lo primero es aclarar que EEPI significa Espacio Educativo de Primera Infancia. Se trata de un programa de la Gerencia Operativa de Inclusión Educativa (GOIE) del Ministerio de Educación de CABA, en gestión asociada con la institución Sholem Buenos Aires —adherida al ICUF—, que alberga a 164 familias, con niños y niñas de 1 a 3 años de edad, con vulnerabilidad socio-educativa, de los barrios de la Paternal y Chacarita[2]. El EEPI se propone ser un lugar para la protección y promoción de derechos que acompañe a la primera infancia y tiene sus “puertas abiertas”, porque intenta posicionarse como un espacio que aloja y sostiene a las familias. Creemos en el trabajo conjunto, colectivo y cooperativo.

WhatsApp Image 2021-10-14 at 21.33.40 (1)Este Espacio cuenta con un equipo docente con experiencia en el nivel inicial y en acciones socio-comunitarias, una psicóloga perinatal, y una trabajadora social a través de un convenio con la Fundación Tzedaka. Se enmarca en los lineamientos institucionales de Sholem Buenos Aires y lleva consigo las marcas y huellas de su acervo ideológico, histórico y cultural, así como los ideales icufistas, progresistas y transformadores, para una sociedad más justa e igualitaria. Promueve el trabajo solidario y la defensa de derechos y oportunidades.

Yo crecí en las instituciones icufistas. Mis abuelos aparecen inmortalizados en fotos donde se los ve reunidos en sus bibliotecas, o abriendo puertas que inauguraban nuevos sitios para la conversación y el encuentro, para pensar la historia, el mundo y su complejidad. Las fotos de mis abuelos en instituciones como el Zhitlovsky o el Korczak ya anunciaban otra realidad posible. Cuando yo era chica, allí hablábamos de temas que no se hablaban en otros lugares; crecíamos pensando en un mundo mejor, generábamos propuestas solidarias, siempre llenas de contradicciones, pero con la fuerza de “estar ahí”, donde había una necesidad, y donde había un otro que nos necesitase, para aprender en el encuentro, siempre…

Gestión asociada: tensiones y oportunidades de un proyecto educativo y solidario

WhatsApp Image 2021-10-14 at 21.33.42 (1)En el año 2013, cuando el EEPI estaba a punto de nacer, circulaba una ambivalencia al interior de Sholem Buenos Aires. Teníamos muchas ganas de desarrollar un proyecto educativo público y gratuito para toda la comunidad, pero también eso entraba en contradicción con aceptar una política pública de educación inicial, impulsada por un Estado que la financiaba de manera indirecta, a través de asociaciones civiles y ONG. En este caso, nuestra institución había sido contemplada para estos propósitos, debido a su notable experiencia educativa y su gran potencial para hacer y aprender de la inserción territorial y socio-comunitaria.

EL Jardín, la cancha.

El Jardín, la cancha.

Hicimos recorridas por el barrio, charlas en el Cesac N.° 22, el centro comunitario de la Carbonilla. ¿Dónde están las infancias en este barrio?, nos preguntamos, y entonces fuimos a investigar en cada rincón, cada esquina, de boca en boca y de vereda en vereda. Y así, una de las certezas que aceleró la decisión fue que había 120 niños y niñas que, en solo dos meses, desde el anuncio del EEPI, se anotaron con entusiasmo.

La novedad corrió como el agua: allí donde se hacían deportes, en la calle Maturín, ahora también iba a funcionar un Jardín Maternal. Entonces, la sede tradicional tuvo que transformarse. En el mismo lugar, pero en distinto horario, Maturín, el centro deportivo de Sholem Buenos Aires, se convirtió en un Jardín. Es decir, tuvimos que construir un espacio que fuese algo así como “mutante” pensando, como primer desafío: ¿Cómo tiene que ser un espacio que aloje a la Primera Infancia? Nos ayudaron a pensar en todo esto, los aportes de la pedagogía Reggio Emilia[3], y sus lineamientos acerca del espacio como tercer educador.

Las familias del EEPI y el taller de crianzas: la red que sostiene la pertenencia

WhatsApp Image 2021-10-14 at 21.33.42 (2)Para las familias, habitar las instituciones ofrece una oportunidad de aprender, de forjar lazos de pertenencia, lo que se traduce en el impulso de generar acciones colectivas para fortalecer proyectos. Cuando la familia se siente parte, defiende la lucha colectiva, pone el cuerpo, y construye participando activamente, no como espectadores, sino como hacedores de un espacio común. Eso aprenden, eso enseñan, eso es ser parte de un colectivo amoroso y potente.

WhatsApp Image 2021-10-14 at 21.33.41 (3)Pensamos la inclusión como forma de derribar las paredes de “lo escolar” para generar comunidad y hacer más público lo público. Recibimos a cada familia, y construimos “entre” la casa y el jardín, que hace a la cultura. Esto hacemos por ejemplo en el “Taller de Crianzas” que dirige Fernanda Kluguer, psicóloga y vicedirectora del EEPI. Es un espacio para las familias del Jardín y tiene como objetivo brindar un lugar de encuentro para pensar con otros sobre las funciones materna y paterna, las crianzas, y todo lo que eso implica. También se propone como un espacio que se va construyendo colectivamente y, por lo tanto, funciona como red de sostén para las familias. Esas mismas familias colaboran con el Jardín y los materiales para sus hijos. Así fue como organizaron un taller de fabricación de totoras y una feria artesanal. Se programó una actividad de lijado y pintado de cajones en la Carbonilla para que el barrio pudiera participar del trabajo comunitario. También hubo presentaciones de murgas barriales y una feria del plato.

Perforando la realidad: las narrativas de la pandemia y la pospandemia

WhatsApp Image 2021-10-14 at 21.33.43 (1)Con la llegada del Covid-19, hemos ampliado los propósitos del programa para hacer un EEPI más presente, para que el aislamiento no genere lejanía. También hemos tenido que perforar los protocolos con colores y carteles: debíamos lograr un ambiente hospedador del vínculo, que marcase senderos seguros para transitar y contemplar distancias pero, a la vez, propusiese una bienvenida cuidada y amorosa. Tendimos puentes con las familias a partir de las tareas cotidianas del equipo docente, atentos a que el aprendizaje en línea no exacerbase las desigualdades existentes.

WhatsApp Image 2021-10-14 at 21.33.42 (3)Incorporamos la promoción sobre hábitos de higiene; contención emocional para los chicos y chicas que no cuentan con cuidados parentales; información sobre las nuevas medidas del Gobierno Nacional (IFE, ampliación de la AUH); entrega de pañales a través del área de servicio social de Tzedaka; y la realización de un “Roperito”, nombre que le damos a una feria tipo americana que realizamos periódicamente, que fue distinto porque fue exclusivo de colchones, calzado, ropa de invierno y abrigo para toda la comunidad. Y muy importante, trabajamos muy firmemente con la entrega bolsones de comida. Todo esto es parte de la continuidad pedagógica. Lo pedagógico también es político.

WhatsApp Image 2021-10-14 at 21.33.41En el 2021, a diferencia del año anterior, estamos atravesando una cierta “pedagogía de la interrupción” con las idas y vueltas con respecto a la presencialidad. Pero, aunque el virus se va alejando, quedan las marcas de lo que se vivió. Las narrativas de continuidad pedagógica en un vaivén de estar y no estar (pero estando), y una nueva normalidad que ahora nos encuentra disfrutando de volver a encontrarnos, y pensando cómo es volver a encontrarnos.

WhatsApp Image 2021-10-20 at 10.26.06Y para dar significado a todo esto recurrimos a la literatura. Los cuentos son fundamentales, en tanto ayudan a hilvanar y armar narrativas. Los libros tienen la potencialidad de la transportación. Pueden viajar del Jardín a las casas, y de las casas al Jardín. Pueden ser compartidos, leídos y releídos a la vez y en los tiempos de cada quien. Por eso, realizamos una Biblioteca Colectiva Circulante. En el año 2016, publicamos el librito Estos cuentos compartimos en el EEPI, con las historias favoritas de cada sala.

Feria Cultural: el jardín sale a la calle con colores, música y banderines

WhatsApp Image 2021-10-14 at 21.33.41 (2)Cada año, entre 2014 y 2019, en el marco del Día de Respeto a la Diversidad Cultural, realizamos esta fiesta callejera con la feria del plato, y comidas que huelen deliciosas y representan a los lugares de origen. Hay juegos, canciones y bailes típicos.

Hay dibujos de los niños y niñas, espacios para que toda la familia juegue, rincones para leer, para pintar, para saltar, para volar.

Mapa de acción de la Feria Cultural 2020

Mapa de acción de la Feria Cultural 2020

En el año 2020 fue necesario reinventarla: sostener ese lugar para el encuentro en la distancia, y entonces encontramos una nueva forma de apropiarnos de la calle: Cada grupo con sus familias salió a construir un juego en la vereda.

WhatsApp Image 2021-10-14 at 21.33.44 (1)Pensar las acciones, organizarse, conseguir los materiales, crear el juego y pintarlo fue parte de esto y así quedó un barrio pintado con personajes de cuentos y canciones que hablan de la historia grupal de cada sala, de su cultura. Rayuelas, caminos, laberintos y colores para encontrarnos en ese “entre”, donde podemos jugar, cada une cuando quiera, cuando salga a dar una vuelta, y respetar los protocolos de higiene pública.

Y este año 2021, el próximo 29 de octubre a las 18.00 hs: “(¿Cómo es?) volver a encontrarnos”. Volver a la calle como escenario de lo público que nos reúne, participando de algo de lo común, algo de nuestra cultura, la de las familias, la de los grupos, la de todo aquello que nos hace ser quienes somos y que signa nuestra manera de habitar y ser parte de este mundo. ¡Pasen, vengan, compartan!

WhatsApp Image 2021-10-14 at 21.33.41 (1)El EEPI constituye un desafío y una oportunidad, una encrucijada de contradicciones con la pregunta siempre como bandera y una forma de encontrarse en el territorio de las utopías, con la más concreta de las realidades. Una responsabilidad y un hacer posible otro modo de estar en las instituciones educativas, donde se alberga la interculturalidad, las redes de acción y el encuentro con la comunidad.

Cuando yo era chica y me preguntaban qué es ser icufista, nombraba emociones, experiencias, olores, sabores, anécdotas en un intento de ilustrar, de nombrar, de definir… pero no lo lograba. Hoy puedo decir que lo más parecido a “ser icufista” es mi trabajo en el EEPI.

[1]Lic. Vanina Poczymok es Profesora de Educación Preescolar, Licenciada en Educación Inicial y Psicomotricista. Cuenta con un Diploma superior de Educación inicial y Primera Infancia (Flacso), un Diploma Superior en Gestión de las instituciones Educativas (Flacso) y 30 años de trayectoria docente en el nivel inicial. Actualmente, es la Directora pedagógica del Eepi-Sholem (Espacio Educativo de Primera Infancia-Sholem Buenos Aires); Coordinadora pedagógica del programa “Centros Infantiles” (Dirección General de Escuela Abierta, Ministerio de Educación de CABA); Profesora de Tramo 1 y Taller 6 (Residencia) del campo de la formación en prácticas profesionales, en diferentes institutos de Formación docente de Nivel inicial (Normal N.° 7, ISPEI, Eccleston); Profesora de Prácticas profesionalizantes 1 (Infancias) de la carrera de Recreación (ISTLYR); Capacitadora de escuela de Maestros: Equipo de Capacitación en gestión de nivel inicial.

[2] En el Eepi conviven poblaciones provenientes de “la Carbonilla”, un asentamiento donde la vida cotidiana está signada por el contexto de pobreza; junto a sectores de clase media del barrio La Paternal, y otros cercanos, que buscan en la institución un espacio posible para sus hijos e hijas y, para ellos mismos.

[3] La pedagogía de Reggio Emilia nace luego de la Segunda Guerra en Reggio Emilia (Italia), cuando un pedagogo, militante de izquierda socialista llamado Loris Malaguzzi, ayuda a un grupo de madres a crear los primeros nidos para los niños que quedaron huérfanos por la guerra.

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feria cultural 2021

 

20
OCT
2021

Yaco Gerson y Dora Ohman: una vida de activismo y militancia en el «I. L. Peretz» de Lanús, por Ariel Korzin, su nieto

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Yaco dando un discurso en el acto por el 70 Aniversario del Peretz. A sus costados, pasando algún saludo o alguna data olvidada, su nieto Ariel Korzin y Maira Visacovsky (exdirectora kinder Lanús).

Yaco dando un discurso en el acto por el 70 Aniversario del Peretz. A sus costados, pasando algún saludo o alguna data olvidada, su nieto Ariel Korzin y Maira Visacovsky (exdirectora kinder Lanús).

Jacobo Gerson (05/03/1932 – 01/06/2018, Argentino). Hijo de madre turca y padre libanés, fue acunado con canciones en ladino, idioma de los judíos que escaparon de la Inquisición hacia Oriente Medio. Vivió su niñez en Lomas de Zamora.

Fiesta de fin de año 2010 en el Peretz de Lanús. Reconocimiento a los mayores del club. En el pañuelo decía: "Por su lucha y resistencia".

Fiesta de fin de año 2010 en el Peretz de Lanús. Reconocimiento a los mayores del club. En el pañuelo decía: «Por su lucha y resistencia».

Hizo la primaria mientras ayudaba a su padre en trabajos de colchonería. Me contó que tenía que cargar una máquina pesada, lo que fue objeto de su primera huelga. Aarón, un tío comunista, influyó mucho en su forma de ver el mundo. Creció en una casa donde se discutía sobre los acontecimientos mundiales en la mesa familiar.

Su padre era muy religioso, comía kasher, aunque era pro-soviético. Por eso, ya a sus tempranos seis años empezó a militar juntando marquillas de cigarrillos, de las que se separaba el papel metálico, para la fabricación de las puntas de las balas para los republicanos españoles. Durante su adolescencia, trabajó en varias fábricas (de una lo echaron por trompear a un antisemita).

Yaco y Dorita

Yaco y Dorita el día que se inauguró la nueva cocina del Peretz de Lanús.

Ya en sus años mozos algo lo llevaría a Lanús: su eterno amor, Dorita Ohman (26/12/1932 – 22/04/2020, Argentina). Durante los años de 1950, junto con ella exploró la militancia en el sionismo socialista de la Hashomer Hatzair.

En un festejo de cumpleaños colectivo  de Yaco Gerson, Simón Gamarnik, Israel Zacutinsky y Aarón Smetniansky (1992).

En un festejo de cumpleaños colectivo de Yaco Gerson, Simón Gamarnik, Israel Zacutinsky y Aarón Smetniansky (1992).

En esta primera etapa de activismo comunitario, vivió experiencias colectivistas, primero en Brasil y, luego, en distintos kibutz en Israel. Allí hizo el servicio militar y se casó con su compañera de toda la vida; también tuvo vivencias contradictorias en la vida kibutziana, una experiencia supuestamente socialista, pero a la vez, profundamente racista con los hermanos palestinos.

A partir de entonces, Yaco diría siempre que “sionismo” y “socialismo” son dos conceptos antagónicos y, ya desde aquellos años, adoptó para siempre la idea de “dos Estados para dos pueblos”.

Tras el desengaño en la Hashomer, en 1955 regresó a Argentina (siempre junto a Dorita), donde se afilió al Partido Comunista y se integró al activismo comunitario en la institución de sus amores: el Centro Cultural Israelita “Isaac León Peretz” de Lanús, donde fue activista y militante en la Comisión Directiva.

Marisa Gerson, una de sus tres hijas, el día que donó el Archivo personal de sus padres al CeDoB Pinie katz (2021)

Marisa Gerson, una de sus tres hijas, el día que donó el Archivo personal de sus padres al CeDoB Pinie katz (2021)

Defendió al Peretz en los momentos más difíciles del país, con una profunda y ejemplar convicción antifascista. En plena dictadura cívico-militar, en 1977, viajó a Varsovia al Congreso Mundial por la Paz Mundial, como parte de la delegación del ICUF, donde representó al Peretz y al Movimiento por la Paz de Lanús. También visitó Rumania y la Unión Soviética.

En 1982 participó del Lanusazo[1] en tareas de seguridad. En 1990 inició el ciclo de Cine Debate en el Peretz, actividad semanal que sostuvo hasta el año 2016. En 2005 integró la comisión por el “No al ALCA” de Lanús. Se acercó al kirchnerismo, al que entendió como una etapa previa a la construcción del socialismo.

Del día de la donación del Archivo Gerson-Ohman.

Del día de la donación del Archivo Gerson-Ohman.

El 9 de mayo de 2015 fue uno de los oradores en el acto realizado en el Teatro IFT por el 70 aniversario del Día de la Victoria del Ejército Rojo sobre los nazis, junto con compañeros de organizaciones de distintas colectividades. Allí recordó:

Cuando tenía 13 años, el día 9 de mayo, salimos a la calle con un grupo de chicos y muchachos a celebrar la victoria del ejército soviético sobre los nazis. Andábamos por las plazas. Alegres. Saltando, bailando. Eso lo recuerdo como si fuera hoy. Ese mismo día, el obispo de Lomas de Zamora no tocó las campanas porque había perdido el nazismo.

Él y Dorita tuvieron tres hijas, tres “leonas”; Marisa, Liliana y Nora, seis nietos y tres bisnietos. Se esforzó siempre por transmitirnos sus ideales. Fue un hombre honesto y profundamente leal a la familia y a sus ideas… las luchas por un mundo mejor han sido el eje de la vida de nuestro querido Yaco.

El mundo de Dorita

Yaco, Dorita y las tres hijas. Cumpleaños 85 de Yaco (Marzo 2017).

Yaco, Dorita y las tres hijas. Cumpleaños 85 de Yaco (Marzo 2017).

En su mundo las cosas se arreglaban. Muy rara vez soltaba una pálida. Se alimentaba de leche con vainillas, de cine, de teatro y de música clásica. Era un personaje del barrio. De toda la vida. En estas calles de Lanús Este le dio el primer beso a su gran amor, Yaco. Vivió su niñez, construyó su casa y atendió su negocio.

Dorita, mi abuela, nos abrazaba con sus palabras. Nos dejaba transgredir algunas reglas en su casa y olvidar las recomendaciones que nuestros viejos les dejaban. No le gustaba cocinar porque era parte de las tareas de la casa, “ese infierno tan temido”. Aunque sus knishes y su locro eran épicos.

Dorita estudió “de grande”. Se recibió de Psicóloga Social en la Escuela de Enrique Pichon Riviére. Le bancó a mi abuelo las mil y una, fue su gran compañera. Militó junto con él en el Peretz de Lanús, donde escuchaba con atención y admiración a lxs jóvenes. Ella tenía el don de la palabra justa, tenía poder de síntesis. Era una gran compañía para la conversación, sabía interpretar y concluir una idea. Hablaba de sexualidad, sin prejuicios: ¡Qué linda vieja!

Yaco, Dorita y les seis nietes.

Yaco, Dorita y les seis nietes.

Recuerdo una anécdota mientras trascurría el otoño del año 2002 y cerca de mi casa se juntaba la Asamblea Vecinal de Plaza Sarmiento (para construir un poder popular y autónomo que reemplazara a las instancias gubernamentales, fuertemente deslegitimadas en esa época del “quesevayantodos”). Uno de esos días sonó el teléfono de casa, era mi abuela Dorita que me dijo: “Hola Ariel, pasá por casa cuando puedas. Tengo que hacerte un comentario”. Raro. La fui a ver. En realidad, no recuerdo si fue en su casa o la mía, pero hoy quiero recordarlo así porque su hogar era una extensión del mío.

Con su nieta Leila, el día de entrega de pañuelos de egresados a les adolescentes 2017 del Peretz de Lanús.

Con su nieta Leila, el día de entrega de pañuelos de egresados a les adolescentes 2017 del Peretz de Lanús.

Entonces me dijo: “Mirá, yo veo que vos estás muy activo en la Asamblea y me dijeron que la cosa está complicada”. Y sí, era cierto, nos seguían en las pegatinas y, aunque no teníamos miedo, un coche sin patente vigilaba a diario el desempeño de la Asamblea. Y entonces siguió Dorita: “Bueno Ariel, yo te quería decir que si en algún momento necesitás llevar algún material o algo, a algún lado, me lo des a mí, ¿me entendés? A las viejas no nos revisan”.

Sus palabras fueron todo. En su memoria estaba presente la persecución y torturas hasta la muerte de un primo comunista, las resistencias a las distintas dictaduras y en fin, el turbulento siglo XX. De alguna manera, sus palabras inscribieron mi militancia en una trama histórica y le dieron un sentido épico. Su palabra justa (me) fortalecía. Mi vieja y mis tías dieron cuidados y amor a Dorita hasta último momento. Todo y más hicieron. Cuentan ellas que hasta sus últimos días pidió “ir al club, al cine, y a bailar”. Su partida coincidió con el comienzo de la pandemia. La despedimos abrazándonos con palabras, como ella nos enseñó, con un hasta siempre cálido y afectuoso.

[1] El “Lanusazo” fue una protesta contra el aumento del impuesto local que congregó a más de diez mil personas en la sede de la Municipalidad el 24 de noviembre de 1982. La movilización fue convocada mayormente por sociedades de fomento y clubes de barrio. El intendente de facto no recibió el petitorio redactado por la población y desató una fuerte represión que dejó decenas de personas heridas y detenidas.

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11
OCT
2021

Despedimos a Rena Blauer, miembro de la Comisión Directiva del ICUF

renaRena Blauer de Frenkel (9-08-1931, Brody, Polonia – 8-10-2021, Buenos Aires, Argentina). Conoció a su padre, Rubén Blauer, cuando llegó a Argentina con su madre, Sofía Waiss, en 1934, en el Hotel de Inmigrantes. Tiene dos hermanas: Fanny y Alicia. Inició Rena su recorrido icufista en la Biblioteca Popular Israelita “12 de Octubre” (hoy sede Maturín de Sholem Buenos Aires) a sus 5 años. En pareja con Samuel Frenkel desde los 14, su adolescencia fue en el Zhitlovsky de Paternal. A sus 21 años, se casaron y se fueron a vivir a Villa Lynch: sus cuatro hijos fueron al jardín, shule, mitl-shul Kinder Club, Adolescentes en el “I. L. Peretz de Villa Lynch” y a Zumerland, mientras ella era activista en las respectivas comisiones. Trabajó durante muchos años en un centro de salud de Villa Bosch, convocada por Sara Katz, hija de Pinie y Lili, para acompañar los procesos de primera infancia en el barrio.
Se destaca su labor en comisiones directivas, en las áreas culturales, en todas las instituciones por las que transitó. Fue Secretaria de Actas en el Peretz de Villa Lynch y también en el ICUF, en donde participó, inclusive, en 2021. Fue impulsora y voluntaria del proyecto Tzedaka-ICUF. Cuando la entrevistamos, en 2020, nos decía: “Siento que el ICUF es mi lugar en el mundo, y desde este espacio tenemos que sumar nuestro granito de arena para lograr un mundo mejor. Esa fue, es y será mi utopía […] Quiero saludar a mis compañeras voluntarias de Tzedaka, a las del taller de tejidos y a tantas otras que asumieron sus roles con tanta responsabilidad. Abrazo a todas y, por supuesto, a ustedes, chicas. ¡Vamos CeDoB todavía!
Así la queremos, así la recordamos. Continuamos la tarea, compañera.

03
OCT
2021

JUICIO DE NUREMBERG

El 1 de octubre de 1946 el Tribunal de Nuremberg, que juzgó a alemanes nazis por crímenes contra la humanidad, dicta su fallo:12 sentenciados a la horca (Goering, Ribbentrop, Keitel, Streicher, Borman); 3 a prisión perpetua (ej: Rudolph Hess), 4 a larga prisión. Entre 1946-49 se juzga a criminales de menor rango (médicos, abogados, diplomáticos, militares, etc.) acusados por actos de crueldad y planificación y realización de programas de exterminio de judíos.
Los juicios de Núremberg a la camarilla dirigente nazi tienen, aun hoy, gran trascendencia. Ello radica en que fue un proceso judicial que dio pie a un nuevo orden en materia de derecho internacional. Fue un juicio sin precedentes, y no solamente por la cantidad de evidencias consideradas: 2.630 documentos, 270 testigos, testimonios grabados en 27.000 metros de cinta magnética y 7.000 discos de acetato. No; esa fue la primera vez que un tribunal internacional emitía veredictos sobre déspotas criminales acostumbrados a salirse con la suya o a ser ajusticiados en procesos breves.
La élite nazi, los subalternos directos de Adolf Hitler, debieron rendir cuentas por sus alevosías precisamente en Núremberg, sede de los congresos del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán (NSDAP), la ciudad bávara donde éste montaba sus grandes espectáculos propagandísticos. Debieron rendir cuentas no por haber perdido la guerra, sino por haberla comenzado. Si las fuerzas aliadas (URSS, EEUU, G. Bretaña, Francia) no hubieran llegado a un acuerdo fundamental para conseguir que sus sistemas jurídicos armonizaran los unos con los otros, el proceso de Núremberg no habría sido viable. Ya en 1943, en la Conferencia de Teherán, la URSS se había pronunciado a favor de capturar a los 50.000 nazis más importantes, enjuiciarlos y condenarlos.
A pesar de ese memorable juicio –y otros tantos- aún se está en deuda con las víctimas. Debido a que la recopilación, examen y evaluación del material incriminatorio se demoraba, muchos crímenes prescribieron, pero se pudo lograr que, aun muchos años después del final de la guerra, los peores crímenes del nazismo pueden ser todavía perseguidos. Los crímenes de «lesa humanidad» nunca prescriben.
A las víctimas se les debe una demostración de que no se es indiferente ante lo sucedido en el pasado, que no se pone punto final a aquel horror. Importa que los culpables sean castigados, pero importa más que el Estado se interesen por lo que sucedió en el pasado para que NUNCA MAS VUELVA A REPETIRSE