20
ENE
2012

No a la censura

El ICUF (Idisher Cultur Farband / Federación de Entidades Culturales Judías de la Argentina) expresa su solidaridad al profesor Atilio Borón, quien fuera censurado por una de las macro – mega – corporaciones electrónicas a escala planetaria, la red social Facebook, debido a sus opiniones en relación a diversas actitudes de altos funcionarios de EEUU.

 

No nos llama la atención este acontecimiento; lamentablemente no es el único ni será el último. Es la actitud prepotente de los poderosos, que se ven a sí mismos como dueños de todo.

 

Esto sucede cuando en EEUU se está discutiendo una legislación durísima que censura y castiga el acceso a los medios electrónicos, al igual que en México, Colombia, España y otros países.

 

La censura efectuada por quienes proclaman la “libertad de expresión” y la libre circulación de las ideas es inadmisible bajo cualquier circunstancia, avanzado ya el S XXI.

 

El escritor y pedagogo Aníbal Ponce expresó en su momento que “cuando la cultura se disfruta como un privilegio, envilece tanto como el oro”. Este es un caso típico de retención de la cultura, impedir su acceso a millones de personas; con lo cual la misma se transformaría en una ventaja y distinción para pocos. Asimismo concebir a los adelantos de la ciencia y la tecnología y la oportunidad de alcanzarlas como una mercancía – tergiversando aquello de los derechos de autor- es una concepción retardataria tendiente a perpetuar sociedades injustas y maximizar las ganancias de los monopolios mediáticos electrónicos. Esta estrategia de mercadotecnia, en especial a través de las redes sociales de Internet, vulnera el sentido común de democratizar mas y mas todos los ámbitos del quehacer humano.

 

El ICUF (Idisher Cultur Farband / Federación de Entidades Culturales Judías de la Argentina) rechaza cualquier tipo de censura, manifiesta su vocación en pos de la libertad de expresión, exige el libre acceso a los medios electrónicos como parte de la posibilidad de apropiarse de saberes y conocimientos y adhiere a los reclamos que se realizan a favor del Prof. Borón.

 

Sr. Marcelo Horestein | Secretario
Prof. Daniel Silber | Presidente

 

 

16
ENE
2012

Enero

Enero no es un mes cualquiera para la colectividad judía argentina.

Por un lado, la primera semana se recuerda la terrible “Semana Trágica” de 1919,  momento en que se produjo un verdadero pogrom en los barrios porteños de parte de los “niños bien” organizados en una de las primeras bandas parapoliciales: la Liga Patriótica Argentina. Obreros y judíos fueron perseguidos con saña por el solo hecho de serlo. El saldo fueron centenares de muertos, bibliotecas, periódicos y sindicatos destruidos, comercios asaltados, personas golpeadas y humilladas, todo bajo la “vista gorda” de las autoridades de entonces.

Por otro lado, el 27 de enero se conmemora un aniversario mas de la liberación en 1945 por parte de las tropas soviéticas del campo de exterminio de Auschwitz. Su cartel de ingreso, cínicamente daba la bienvenida (¿?) a los prisioneros traídos como ganado en vagones de ganado con el lema “Arbeit macht frei” (cuya traducción significa el trabajo libera o el trabajo nos hace libres). Auschwitz no era la antesala del infierno: era el infierno mismo. Casi 1.000.000 de judíos fueron asesinados allí, junto a miles de gitanos, homosexuales, prisioneros de guerra soviéticos, opositores políticos, testigos de Jehová; sumando en total 1.500.000 personas. Ese fue el resultado de las “selecciones” que conducían a las cámaras de gas y los hornos crematorios, del trabajo forzado esclavo, del hambre, las enfermedades, los castigos, el frío. Como símbolo, la chimenea siempre humeante.

Ambos sucesos, tan lejos en la geografía y el tiempo, tienen en común el antisemitismo, el odio, el horror, la muerte, la xenofobia, el racismo. Tienen detrás de si una concepción de supremacía y dominación de algunos sobre otros, de desprecio hacia el diferente, de negación de la condición humana.

El negacionismo del genocidio del pueblo judío (y de otros) y de las persecuciones sufridas  -sean quienes fueran sus ideólogos- tiene por objeto desvirtuar la historia, justificando así cualquier acción basada en el racismo o la discriminación. El negacionismo significa la trivialización, justificación o aprobación de crímenes contra la humanidad.

Por eso, cuando en el mundo actual resuenan amenazas de confrontación nuclear de parte de distintos tipos de fundamentalistas -religiosos, políticos, ideológicos- alertamos sobre el grave peligro que ello entraña y seguimos trabajando para la paz y el encuentro fraterno entre personas, pueblos, culturas, naciones, estados.

El ICUF (Idisher Cultur Farband / Federación de Entidades Culturales Judías de la Argentina) trae a la memoria estos acontecimientos con el objetivo de hacerlos presentes para desterrar cualquier manifestación de nazismo (abierta o encubierta) presente y futura, y aportar a la construcción de una sociedad de paz, igualdad, democracia y convivencia entre todos los seres humanos, independientemente de cualquier condición.
 
Sr. Marcelo Horestein | Secretario
Prof. Daniel Silber | Presidente