31
AGO
2021

Primer encuentro de Investigadores y Activistas de Bibliotecas judeo-progresistas

¿Por qué reunirnos investigadores de la izquierda judía y activistas de las bibliotecas judeo-progresistas?, ¿cómo podemos generar un trabajo en red que permita potenciar nuestra tarea?, ¿cómo armar colectivamente un espacio de intercambio?, ¿cómo lograr una proyección trasnacional e interactuar con archivos y centros documentales de otros países?
¿Cómo puede ayudar el CeDoB Pinie Katz a promover y sistematizar esta articulación?
Para contestar estas y otras preguntas, el lunes 3O de agosto nos encontramos investigadores de la izquierda judía y activistas de las bibliotecas del I. L. Peretz de Lanús; el Centro Max Nordau; el Jaim Zhitlovsky de Montevideo, el Centro Cultural Israelita de Mendoza y el CeDoB Pinie Katz que, principalmente, conserva los archivos de la Federación ICUF y el Teatro IFT.
Empezamos a conocernos y estamos en la búsqueda de nuevos compañerxs del país y la región que trabajen temas afines o se quieran sumar voluntariamente a las tareas de ordenamiento y puesta en valor de las bibliotecas en las instituciones.
Pronto compartiremos más novedades…

investigadores

30
AGO
2021

Triste noticia.

08 30Lamentamos comunicar que en día de hoy ha fallecido el compañero Dardo Esterovich, referente de Convergencia y corazón del Llamamiento Argentino Judío. Dardo trabajó incansablemente por el judaísmo progresista desde Convergencia y junto con el ICUF desde el Polo del judaismo Plural. Fue, sin duda, uno de los mejores hombres que dio el Judeoprogresismo, generoso, formador, un imprescindible. ¡Gracias, Dardo, por todo lo aportado! El abrazo fraterno a su familia y amigos.
Consejo Directivo del ICUF
28
AGO
2021

Las recientes declaraciones del abogado Gregorio Dalbón respecto de la “colectividad judía”

Las recientes declaraciones del abogado Gregorio Dalbón respecto de la “colectividad judía” no solo que son erróneas, sino impropias y ofensivas. Una vez más decimos que la colectividad judía no es una, ni es homogénea; en su interior existen y trabajan las más diversas corrientes y opiniones políticas, sociales, culturales, religiosas y de todo tipo
El ICUF (Idisher Cultur Farband / Federación de Entidades Culturales Judías de la Argentina) rechaza de plano tales afirmaciones entendiendo que las imputaciones de ese tipo hacen mucho mal y alientan posturas discriminatorias.
Marcelo Horestein Presidente
Alejandro Steinman Secretario
25
AGO
2021

DIA INTERNACIONAL DEL ACTOR Y LA ACTRIZ

En el DIA INTERNACIONAL DEL ACTOR Y LA ACTRIZ, el ICUF (Idisher Cultur Farband / Federación de Entidades Culturales Judías de la Argentina), saluda a todos esos trabajadores de la cultura que tanto bien nos hacen. Asimismo, enviamos un muy cálido abrazo a todos los que transitaron por los camarines y escenarios del IFT (Idisher Folks Teater / Teatro Popular Judío), cuyo legado por una cultura democrática y popular sigue vigente.

23
AGO
2021

Los dichos sobre Miriam Bregman

08 23El ICUF repudia enérgicamente los dichos de Alejandro Fargosi, del partido Valores Para Mí País, sobre la diputada Myriam Bregman, refiriéndose a ella de forma despectiva por ser judía y pertenecer a otro partido. Alertamos sobre estas ideas xenófobas; abogamos por el debate político con respeto y convivencia democratica.

Marcelo Horestein Presidente
Alejandro Steinman Secretario

18
AGO
2021

Editorial N.°7, Construyendo el Archivo judeo-progresista: hoy los ladrillos son los libros, por Nerina Visacovsky

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Estimados/as lectores:

De izq. a der: Gabriela Horestein, Débora Kantor, Diana Kogan, Waldo Kantor y Nerina Visacovsky, en el evento de donación de la micrografía Raizman hecha por Guedale Tenenbaum.

De izq. a der: Gabriela Horestein, Débora Kantor, Diana Kogan, Waldo Kantor y Nerina Visacovsky, en el evento de donación de la micrografía Raizman realizada por Guedale Tenenbaum en 1952.

Compartimos con ustedes una nueva edición del Boletín bimestral del CeDoB Pinie Katz. En este número homenajeamos a dos activistas pioneros del judeo-progresismo argentino: Velvl Wolf Raizman y Guedale Tenenbaum. Si bien sus trayectorias se ligan entre sí, y con intensidad al barrio de Villa Lynch y a la Escuela I. L. Peretz, al Teatro IFT, y a Campaña Unida, sus vidas y obras, han trascendido tiempos y fronteras.
A partir de una micrografía de Wolf Raizman, realizada por el artista Guedale en el año 1952, y donada recientemente por les nietes Kantor a nuestro archivo, iniciamos un trabajo de investigación sobre estos pioneros que contó con la inestimable colaboración de las familias de ambos.

CeDoB Pinie Katz, 2021

CeDoB Pinie Katz, 2021

Pero las noticias tristes también siguen empañando nuestro quehacer cotidiano. Hace pocos días perdimos a Mario Aizemberg, y su sobrina nos envía una semblanza de este activista tan querido. También lamentamos perder a Sarah Débora Wainberg de Diamant (Dora), gran activista de la Asociación Jaim Zhitlovsky (ACIZ) de Montevideo. En 1973, cuando inició la dictadura en Uruguay, Dora dirigía el jardín de infantes y enfrentó con valentía a los militares que clausuraron las actividades de la institución. Gracias a sus gestiones comprometidas, el jardín pudo continuar, salvando además al ACIZ de la injusta expropiación a la que los militares sometían a otras entidades. Por otra parte, nuestra querida Rosita Grushka, activista incansable de la comisión directiva del ICUF, perdió a su hijo Gabriel.
Enviamos a estas tres familias nuestro acompañamiento y cariño. Y nos solidarizamos con todos quienes han perdido seres queridos en estos extraños y dramáticos tiempos, de los que esperamos salir muy pronto.

Susana Skura junto con Nerina Visacovsky en el CeDoB Pinie Katz

Susana Skura junto con Nerina Visacovsky en el CeDoB Pinie Katz

Tenemos esperanza de que no faltará mucho para que podamos encontrarnos presencialmente y disfrutar juntos de nuestro Espacio CeDoB, que sigue creciendo en proyectos y materiales. Durante los últimos meses hemos recibido valiosos libros que nos donaron Susana Skura (FFyL, UBA) y Romina Goransky, hija de la arquitecta Mimí Böhm. Seguimos digitalizando publicaciones, realizando traducciones, e investigando para desarrollar este archivo que ya cumple tres años de existencia. Para que este crecimiento continúe, y cada vez más podamos (re)construir nuestra historia judeo-progresista, necesitamos de tu acompañamiento, tu interés y tu solidaridad. Te invitamos a convertirte en socio/a activo del CeDoB Pinie Katz. Para saber más, hacé CLICK ACÁ.

CeDoB Pinie Katz 2021

CeDoB Pinie Katz 2021

Finalmente, te invitamos a comentar nuestras notas, escribirnos y enviarnos ideas, propuestas y biografías icufistas para este Boletín. Y algo más: no te pierdas estudiar ídish en los cursos del IWO. Aprender ídish es fascinante, pues no solo podrás recordar la lengua de tus zeides y bobes y aprender sobre tus raíces, sino que podrás ayudarnos: tenemos mucho por descubrir, ¡y estas invitado/a a colaborar!
¡Nos despedimos hasta el próximo boletín! ¡Gracias por leernos y difundirnos!
Nerina Visacovsky.

18
AGO
2021

El artista Guedale Tenenbaum: una historia pendiente. Testimonio en primera persona, por Nerina Visacovsky

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Nerina Visacovsky y Lía Tenenbaum

Nerina Visacovsky y Lía Tenenbaum

Cuando en el año 2005, con un grupo de jóvenes voluntarios empezamos la compleja tarea de rescatar las bibliotecas y objetos del edificio del I.L.Peretz de Villa Lynch (que hoy forman parte del acervo documental del CeDoB Pinie Katz), alguno/as activistas se acercaron para acompañarnos.

Lía Tenenbaum y Raúl Guelman

Lía Tenenbaum y Raúl Guelman

Una de ellas era Lía Tenenbaum, peretziana de toda la vida, primera generación en egresar del Mitl-Shul en 1954, e integrante destacada del movimiento cooperativo.

Por algunos años, para mí, Lía y Raúl Guelman eran, sobre todo, los padres de Anahí y Nancy, queridas amigas, colegas, lererkes del kinder.

Pero a partir de 2005, cuando nos disponíamos a pasar limpiando y ordenando libros en el edificio del club, en Rodríguez Peña y Monteagudo, Lía me avisó que en alguna parte debía estar allí la micrografía de I.L.Peretz realizada por su papá y obsequiada a la institución en 1949.

Resturación de la micrografía de I. L. Peretz, de Guedale Tenenbaum. Foto tomada en el I. L. Peretz de Villa Lynch (2006)

Restauración de la micrografía de I. L. Peretz, de Guedale Tenenbaum. Foto tomada en el I. L. Peretz de Villa Lynch (2006)

La encontramos.

Micrografía de I. L. Peretz, recuperada en el Peretz de Villa Lynch.

Micrografía de I. L. Peretz, recuperada en el Peretz de Villa Lynch.

Estaba en mal estado, y otro peretziano de la primera hora, Carlos Pinkus, se ocupó de financiar su restauración. Actualmente la obra se encuentra en el CeDoB.

Lía nos contaba que su padre afirmaba que el arte es “de y para” la gente, que no puede ser comerciable, que sus obras deben pertenecer a las instituciones.

Primer grupo que egresó del mitl shul en la escuela Peretz (1954). La tercera desde la izquierda es Lía Tenenbaum.

Primer grupo que egresó del mitl shul en la escuela Peretz (1954). La tercera desde la izq., arriba,  es Lía Tenenbaum.

Y coherente con sus ideas socialistas y su pasión literaria idishista, regalaba sus trabajos con gran emoción; tanto a un pequeño shule del conurbano bonaerense, como al Museo Yad Vashem, en Jerusalén.

Sus micrografías, siempre dedicadas a personalidades que admiraba y confeccionadas con las letras de significativos textos (escritos por aquellas mismas figuras), expresaban los valores culturales más preciados para el judeo-progresismo.

Micrografía Sholem Aleijem

Micrografía Scholem Aleijem

La cultura del Idishkait plasmada en las paredes de las bibliotecas y salas de comisión directiva, constituía la marca identitaria de la institución.

Para muchos, esa micrografía de I. L. Peretz simbolizaba toda su vida ligada al club. Entonces descubrí que Lía era, también, la hija del gran artista Guedale Tenenbaum.

Lía y su padre. Guedale Tenenbaum.

Lía y su padre. Guedale Tenenbaum.

La obra de Guedale siempre llamó la atención, con su técnica mágica, que David Mazower, director del Yiddish Book Center (YBC) de Massachusetts, tituló “ilusionismo” quedó en el recuerdo visual de varias generaciones (https://www.yiddishbookcenter.org/language-literature-culture/pakn-treger/pakn-treger-number-74/illusionist).

I. L. Peretz de Villa Lynch, 1952

I. L. Peretz de Villa Lynch, 1952

Como la fuerza vital de la expresión no tiene fronteras ni idiomas, Mazower quedó conmovido cuando observando la micrografía de Leivick (1978), en Tel Aviv, descubrió al artista.

Entonces contactó a Lía en Buenos Aires y con la colaboración de Lila Fabro, comenzaron a reconstruir la historia de Guedale.

Además, el YBC se comprometió a la restauración de una micrografía dañada, la de Jaim Zhitlovsky (1946), que hoy luce en su Museo y podrá ser disfrutada por miles de visitantes de todo el mundo.

Micrografía de Pinie Katz, por Guedale Tenenbaum (1941)

Micrografía de Pinie Katz, por Guedale Tenenbaum (1941) (Gentileza Anat Eitan).

El CeDoB Pinie Katz, que con su nombre honra a uno de los intelectuales más brillantes del judeo-progresismo argentino, se enorgullece al saber que la primera micrografía realizada por Guedale Tenenbaum fue la de Pinie Katz, en 1941.

Micrografía de I. L. Peretz hechas por Guedale Tenenbaum junto a busto de I. L. Peretz hecho por Santiago Parodi, ambos preservados y en exhibición en el CeDoB Pinie Katz.

Micrografía de I. L. Peretz hecha por Guedale Tenenbaum junto a busto de I. L. Peretz hecho por Santiago Parodi, ambos preservados y en exhibición en el CeDoB Pinie Katz.

Entre el 10 y 11 de abril de aquel año se celebraba el Primer Congreso del ICUF en Argentina y se declaraba a Katz como presidente honorario de la Federación.

En la actualidad, ochenta años después, desde este nuevo espacio de archivo y preservación, que está cumpliendo tres años de existencia, tenemos una gran responsabilidad: honrar a estos pioneros del arte y la cultura judeo-progresista y cuidar el legado.

En eso estamos…

I. L. Peretz de Villa Lynch

I. L. Peretz de Villa Lynch

18
AGO
2021

Guedale Tenenbaum: el pintor de las letras en ídish, por su nieta, Anahí Guelman

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Anahí Guelman, nieta de Guedale Tenenbaum

Anahí Guelman, nieta de Guedale Tenenbaum

Mi abuelo, mi zeide Guedale, nació en Skidl, Polonia, en 1914, en el seno de una familia judía laica, tal vez una rareza para la época. Pero así fue. Sus padres fundaron la primera escuela judía laica del pueblo. Para eso trajeron a un maestro jovencito, de ideas populares y socialistas. Oí hablar mucho de ese maestro y de cómo sus ideas (igual que las de su papá) habían marcado a mi zeide. Escuché incontables relatos, y sobre todo recuerdo la emoción de Guedale cuando en 1980 se disponía a viajar a Europa para reencontrarse con su querido maestro Mirski; un plan que no pudo ser. Como afirma mi mamá, Lía, una semana antes de viajar, Guedale “murió de felicidad”.

Anahí y Guedale

Anahí y Guedale

Sabía, siempre había escuchado que, cuando era chico, en Polonia, a mi zeide le gustaba escaparse a disfrutar de la naturaleza y nadar en el río. A los 12 o 13 años se fue a estudiar a la escuela politécnica de Vilna, ciudad capital del ídish y el socialismo, pero además muy cercana a su pueblo Skidl. Ya en ese tiempo le gustaba mucho el dibujo, pero también la matemática. Durante la escuela secundaria se fue encontrando con las luchas estudiantiles y se volvió parte de ellas activando con entusiasmo.

Anahí y Nancy Guelman, hijas de Lía Tenenbaum, nietas de Guedale.

Anahí y Nancy Guelman, hijas de Lía Tenenbaum, nietas de Guedale.

A los 17 años cayó preso por esa militancia y su mamá logró rescatarlo de la prisión. Para preservarlo del clima hostil que ya se vivía a inicios de los años treinta, su madre lo mandó en un barco de carga hacia la Argentina, donde ya residía el padre de Guedale, que había llegado unos años antes en busca de una mejor situación económica.
aGuedaleAquí, en Buenos Aires, no tardó en involucrarse también con las causas populares. Trabajaba como tejedor y participaba en las luchas de su sindicato. Muy joven se casó con mi abuela, mi baba Dora y nacieron mi mamá, Lía, y mi tío Carlos. Cuenta mi mamá que alguna vez fue con mi abuela a rescatarlo de alguna otra detención. Escuché también que en alguna situación sindical o política, cuando tuvo que avisar que llegaba la policía, lo gritó en idish, en su lengua querida, la que le salió del alma. Resultado: nadie lo entendió, nadie se escapó, todos cayeron presos.

En la fila de arriba, Grinberg (Villa Lynch), Guedale Tenenbaum, Wolf Raizman, Jane Grinberg (sec. V. Lynch), Sansón Drucaroff.

En la fila de arriba, Grinberg (Villa Lynch), Guedale Tenenbaum, Wolf Raizman, Jane Grinberg (sec. V. Lynch), Sansón Drucaroff.

Cuenta también mi mamá que, a la noche, tarde, después de trabajar y de cenar, llegaba el tiempo del arte, de pintar y de pintar reescribiendo.
Antes de que el teatro IFT tuviera ese nombre y de que tuviera su edificio propio, empezó a colaborar realizando las escenografías de las obras de teatro. La cultura idishe, el humanismo, la lucha contra el nazismo y el fascismo, el arte popular al servicio de las causas justas, esas eran sus banderas. Entonces el teatro en idish, los escritores, la literatura, los pensadores y los compañeros como Pinie Katz y Wolf Raizman, se convirtieron en sus musas. Sus enormes micrografías, recitan la prosa con colores, hablan al mismo tiempo de obra y autor, de discurso y de rostros, de expresión; lo lejano y lo cercano parecen mágicos en esos cuadros.

 

Micrografía de Pinie Katz, por Guedale Tenenbaum (1941)

Micrografía de Pinie Katz, por Guedale Tenenbaum (1941). (Gentileza Anat Eitan).

El primero de esos cuadros fue con el rostro de Pinie Katz. Después vendrían Zhitlovsky, Peretz, Sholem Aleijem y hasta Sarmiento. Estos trabajos están en instituciones. Nunca quiso vender sus obras, para él el arte era público. No podía ser una inversión, un negocio o un disfrute privado, era para todos. Por eso los donaba a las instituciones del ICUF primero, a museos, a escuelas. Su ética expresaba su coherencia anticapitalista.

Sé también que fue parte de la delegación que viajó a ver el terreno de lo que después sería Zumerland para comprarlo. En el Peretz de Villa Lynch fue secretario de cultura y allí desplegó su arte, su trabajo, su ímpetu. Allí disfrutó de sus cuatro nietas: Anahí y Nancy Guelman y Karen y Erica Tenenbaum.
2aGuedale era pintor, artista, trabajador, pensador, crítico (se enojó con quienes en su tierra habían traicionado a sus ideales). Era militante, testarudo, ciclista de la vida cotidiana, padre, marido y, desde mi mirada, zeide. Ese zeide fuerte, enorme, que ya no era tejedor, que había podido comprarse unas máquinas de coser y confeccionaba camperas, que trabajaba, trabajaba y pintaba. Pero que, además, juntaba retazos de tela con los que también hacía arte, sus vitreaux textiles con transparencias, aunque algunos de esos retazos eran para esta nieta, para jugar ¿a vestir muñecos? No recuerdo. A esos retazos los llamábamos “chupetines”. Tampoco me acuerdo por qué.

Anahí y Guedale

Anahí y Guedale

Tener un zeide tan inmenso con quien pintar a dúo era un lujo. Me enseñaba a sombrear, a mirar, me regalaba sus colores. Los paseos en su bicicleta eran una aventura segura y acogedora contra el viento. Juntó durante años y con esfuerzo enciclopedias de arte que luego encuadernó amorosamente para mí. Me dejó también la ternura y el amor por el olor a los óleos, por la pintura y el arte. Guedale se fue muy temprano, joven, apurado, habiendo dejado un hermoso legado: la coherencia por los principios, el cuidado por la cultura popular, por el idioma dulce, desde el arte, desde un arte muy suyo y peculiar. Dejó una obra increíble, inmensa, y única, como él.

17
AGO
2021

Entre el zeide Wolf Raizman y nosotrxs: el legado y las huellas, por Javier, Débora y Waldo Kantor, sus nietos

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con foto raizmanWolf (Velvl) Raizman, para nosotrxs: ´el zeide´, fue una figura omnipresente en la cotidianeidad de la vida familiar, y ni que hablar mientras nuestra vida fue intensamente peretziana. Crecimos entre evocaciones de historias que tenían al javer Velvl[1] como protagonista de actos, fundaciones, homenajes, viajes y colectas; y sabiendo la tristeza colectiva por haberlo perdido pronto, demasiado pronto. Javier y Débora tuvieron zeide durante unos pocos años; Waldo, en cambio, nació al mes siguiente del imponente velorio de Wolf, realizado en diciembre de 1959… en el Peretz. Pero tanto respiramos esos relatos y esas imágenes que se nos volvieron recuerdos casi propios, y hasta escuchamos telares que nunca conocimos.
En el acervo familiar de dos generaciones encontramos las huellas materiales de esa intensa vida personal – comunitaria en sus múltiples dimensiones: cortes de tela, manuscritos, pergaminos repletos de firmas, imágenes de cenas multitudinarias, medallas, banderines, escudos, trofeos de torneos básquet, ajedrez, gimnasia, dominó. Y reconocemos a muchxs queridxs tíxs y primxs poblando las fotos de equipos deportivos, comisiones, planteles docentes y ´cuadros filodramáticos´.

Débora y Waldo Kantor el día que donaron el cuadro Raizman (hecho por Guedale Tenenbaum) al CeDoB Pinie Katz.

Débora y Waldo Kantor el día que donaron el cuadro Raizman (realizado por Guedale Tenenbaum) al CeDoB Pinie Katz (10 de mayo de 2021).

Atesoramos libros de la Editorial ICUF, almanaques del I.L.P. y diarios en idish donde aparecen salutaciones por el casamiento nuestros padres Reizele Raizman (Rosita “la negra”) y Mosha Kantor (su profesor de gimnasia… en el Peretz), discursos del zeide y de varixs en su memoria, o el anuncio de que el domingo 8 de enero de 1961, para la ceremonia del matzeive[2] de Wolf “saldrán pullmans a las 9 hs. en punto hacia el cementerio de La Tablada”… desde el Peretz.
Y revisitamos cada tanto aquellos míticos Anuarios del I.L.Peretz de Villa Lynch, en los que nos gusta vernos a Javier y Debora inaugurando la Sala de Juegos “Wolf Raizman” del Kinder-gortn, en 1960, a 20 años de la fundación del Shule.
puertaAnuarios donde releemos un artículo –casi una proclama- escrito por nuestra mamá-activista en 1963, en el cual pondera actividades y comisiones institucionales y hace referencia a “los problemas que atraviesa la educación en nuestro país”, a las luchas docentes y a “lo injusto e inhumano”: “no muy lejos de aquí, en nuestra vecindad misma, juegan niños descalzos en el barro”. Y en otro pasaje dice: “podemos sentirnos muy felices de contar con un Hogar como el I,L.Peretz (…) pero debemos hacer lo que esté a nuestro alcance, junto a los demás padres que no cuentan con esa posibilidad para sus hijos, para que muchas instituciones semejantes a las nuestras, muchos clubes infantiles se abran para todos los niños, para sus necesidades, sus inquietudes, sus ansias de jugar mejor y saber más. (…) Hay que edificar la vida, para nosotros, para nuestros hijos, para la sociedad”. Eran tiempos de juntar voluntades y fondos para construir la gran sede cultural, social y deportiva. A nosotrxs, ese texto, nos conduce sin escalas a la imagen de Velvele (Waldo), el einikl[3] menor, junto a la querida bobe Bloch, colocando la piedra fundamental del “nuevo edificio” que se levantaría con prisa y sin pausa sobre la calle Rodriguez Peña.

Día de la donación del cuadro.

Día de la donación del cuadro.

Tal vez por todo eso, la tarea de clasificar fotos y documentos de los años ´40, ´50 y comienzos de los ´60 se nos complica: la familia Raizman y la familia peretziana se (con)funden a menudo.
Conmueve siempre -aún hoy- escuchar y constatar, cuánto y cómo nuestro zeide contribuyó a que el Peretz pudiera ser, empezara a ser. Sabemos que fue uno de los ideólogos, no un intelectual sino un “activista” de la causa icufista y comunista. Lo tenemos más presente que estudiado pero escuchamos y leímos mucho, tanto acerca de su participación en aquella gesta pionera y colectiva como acerca de su inmensa generosidad, relatada con ternura y en primera persona por peretzianxs de distintas generaciones.

niñaTal vez por eso, a falta de zeide propio, en el Peretz nos abrazaban el cariño inmenso de Inde y Jacobo Blutrach, la pasión educadora de Leike Kogan y Tzalel Blitz, y el bigote militante de Meyer Kot. Y más allá de Villa Lynch, también para Rubén Sinay, Benito Zak, Sansón y Berta Drucaroff y Ioel Linkowski, éramos ´lxs nietxs´. Todxs ellxs lo conocieron y lo recordaban –y muchxs todavía lo recuerdan- más que nosotrxs.
niñoPodría haber sido diferente (¿por qué no?), pero resultó que lxs tres decíamos y sentimos –al igual que tantxs otrxs- no que “fuimos al Peretz”, sino que “somos del Peretz”. El Peretz, con la bandera argentina, el busto de Domingo F. Sarmiento y los cuadros de Méndele, José de San Martín y Scholem Aleijem fue, en buena medida, la patria de nuestra infancia y adolescencia. Y Zumerland, claro, porque la patria tenía un lugar para ir de vacaciones; un lugar como “no hay dos en el mundo entero”.
De modo que, mientras jugábamos en la vereda con lxs chicxs del barrio, mientras nuestra baba Mashke nos llevaba ´religiosamente´ a la escuela con ellxs, mientras Rosita “la negra” militaba la laicidad de la educación pública… nosotrxs, desde antes de ser chiquitxs y hasta ya grandes, desde la bolsita y el delantal a rayitas verdes hasta todo lo que vino después: disfrutamos, hicimos y aprendimos (d)el Peretz todo lo que quisimos, lo mejor que pudimos. Por cierto, en ´nuestras instituciones´ conocimos también arbitrariedades y ´zonas grises´, tal vez constitutivas de ese marco ideológico de izquierda filo comunista a rajatabla. En cualquier caso, era muy fuerte ver allí el inmenso cuadro del rostro de nuestro zeide, colgado al lado del retrato del mismísimo Itzjok Leibusz Peretz (¡esas dos geniales micrografías creadas por Guedale Tenembaum!).

Javier y Débora. Escuela I. I. L. Peretz (2015).

Javier y Débora. Escuela I. I. L. Peretz (2015).

Y salimos deportistas y educadorxs, primero en el Peretz y en el universo icufista, y luego en donde nos tocó o donde elegimos estar. Al principio “en formación”, luego profesionales y formadorxs, descubriendo e incorporando lo proveniente de otras fuentes y tradiciones. Portando con orgullo –adentro y afuera- la condición de herederos y hacedores, procurando honrar y enriquecer la historia sin el sentimiento de andar cargando con deuda ni obligación alguna.
Para finalizar, compartimos tres “postales”, de tres tiempos diferentes de nosotrxs, lxs tres nietxs.
Javier, rememora 1973, un año intenso.

 

Javier y Waldo en gimnasio I. L.Peretz (2015).

Javier y Waldo en gimnasio I. L.Peretz (2015).

Como delegado del Joven Club del Peretz, formé parte de la Coordinadora Juvenil del ICUF, y como tal fui invitado a hablar en el acto por los 30 años del Levantamiento del Gueto de Varsovia. La experiencia y las emociones de esa mañana están todavía tan vivas y frescas como entonces. Fue muy fuerte para un jovencito de 17 años saludar ´detrás de bambalinas´ en el escenario nada menos que a Agustín Tosco, invitado especial a aquel acto y con quien compartí esa tribuna. En el mes de junio de ese mismo año, tuve también la responsabilidad de pronunciar unas palabras, en nombre de lxs jóvenes, en el funeral de Sansón Drucaroff. Y unos meses después, junto a José Shargorovski (del A.C.I.C.-Córdoba), integré -como representante del ICUF- la delegación argentina al X Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes realizado en Berlín Oriental (República Democrática Alemana).

Waldo recuerda que en el año 2001, ya deportista consagrado y medallista olímpico, fue convocado a formar parte de una muestra de Deportistas judíos de Argentina organizada por el Museo Judío del Templo Libertad. Allí expuso fotos, camisetas y trofeos, acompañados de un texto que decía: “El judaísmo como raíz, como referencia cultural, como trayectoria dentro del movimiento judeo progresista argentino ICUF.

El judaísmo, en mi caso, nunca como religión, como sionismo, como tradicionalismo, como identidad totalizadora ni como mirada excluyente. En la institución I.L.Peretz de Villa Lynch aprendí -entre otras tantas cosas- a jugar al volley y a ser deportista, ´sudando la camiseta´ junto a amigos judíos y no judíos. Mezclados, así en la cancha como en la vida. Una opción clara, una ideología”. Para entonces, su hija mayor, Bahía, ya adoraba los eneros en Zumerland mientras que Candela, su hija menor, quería crecer rápido para poder ir también ella a la colonia. Y allí fue, en cuanto pudo, hasta que ´recibió el pañuelo´ del Seminario 2013.

Debora elige una escena del año 2015.

Ya hacía tiempo que el Peretz no era lo que había sido… pero iba asomando su recuperación y reconversión, y entre tristezas y alegrías nos despedíamos de él de mil maneras. Aun así, o precisamente por eso, al cumplirse el 75 aniversario de su fundación, hubo reunión y hubo “festejo”. Tal vez en razón de su trayectoria como educadora en las instituciones y en los campamentos del ICUF, Debora fue invitada a dar allí un breve saludo, y entonces leyó: “Patios para aprender a caminar la vida. Aros para embocar los sueños. Escenarios para ensayarnos. Aulas para pelear las ideas y merendar canciones. Grandes y chicos honrando la vida. Guardapolvos llenos de sonrisas de lererques. La transmisión como abrazo. El idish en el aire y en el alma, para recordar de dónde y por qué. Amigos cómplices en la aventura de explorar el tiempo. Vaqueros gastados a fuerza de adolescencia. El respeto más sublime, y el doloroso descubrimiento de cierto sectarismo. Carpetas y reuniones para estrenar, feliz, el oficio de educar. El Peretz, de la mano del ICUF y de Zumerland: la más clara expresión del amor en clave de causa política y educativa. Por el legado de mi zeide fundador, por la unión de mis padres allí y por todas mis reuniones de padres allí, por ´el cielo de mi niñez´ con mis hermanos siempre cerca, por el primer títere y por gueshijte , por la mancha pelota y mi primera planificación, por todos los que me enseñaron y todos los que me aprendieron entre Monteagudo y Rodriguez Peña: yo no tengo biografía sin el Peretz de Villa Lynch.

… Algunas resonancias y recuerdos puestos en palabras, a modo de homenaje al zeide Wolf, a todxs aquellxs gigantes y a quienes tomaron la posta. Y en reconocimiento al CeDoB Pinie Katz, que lxs pone en valor.

Javier, Debora y Waldo Kantor
Agosto, 2021

[1] Javer, en idish: compañero.

[2] Ceremonia de homenaje propia de la tradición judía que consiste en levantar un monumento sobre la tumba del fallecido, por lo general, al cumplirse el primer aniversario de la muerte.

[3] Einikl, en idish: nietito.

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