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ENE
2012

Enero

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Enero no es un mes cualquiera para la colectividad judía argentina.

Por un lado, la primera semana se recuerda la terrible “Semana Trágica” de 1919,  momento en que se produjo un verdadero pogrom en los barrios porteños de parte de los “niños bien” organizados en una de las primeras bandas parapoliciales: la Liga Patriótica Argentina. Obreros y judíos fueron perseguidos con saña por el solo hecho de serlo. El saldo fueron centenares de muertos, bibliotecas, periódicos y sindicatos destruidos, comercios asaltados, personas golpeadas y humilladas, todo bajo la “vista gorda” de las autoridades de entonces.

Por otro lado, el 27 de enero se conmemora un aniversario mas de la liberación en 1945 por parte de las tropas soviéticas del campo de exterminio de Auschwitz. Su cartel de ingreso, cínicamente daba la bienvenida (¿?) a los prisioneros traídos como ganado en vagones de ganado con el lema “Arbeit macht frei” (cuya traducción significa el trabajo libera o el trabajo nos hace libres). Auschwitz no era la antesala del infierno: era el infierno mismo. Casi 1.000.000 de judíos fueron asesinados allí, junto a miles de gitanos, homosexuales, prisioneros de guerra soviéticos, opositores políticos, testigos de Jehová; sumando en total 1.500.000 personas. Ese fue el resultado de las “selecciones” que conducían a las cámaras de gas y los hornos crematorios, del trabajo forzado esclavo, del hambre, las enfermedades, los castigos, el frío. Como símbolo, la chimenea siempre humeante.

Ambos sucesos, tan lejos en la geografía y el tiempo, tienen en común el antisemitismo, el odio, el horror, la muerte, la xenofobia, el racismo. Tienen detrás de si una concepción de supremacía y dominación de algunos sobre otros, de desprecio hacia el diferente, de negación de la condición humana.

El negacionismo del genocidio del pueblo judío (y de otros) y de las persecuciones sufridas  -sean quienes fueran sus ideólogos- tiene por objeto desvirtuar la historia, justificando así cualquier acción basada en el racismo o la discriminación. El negacionismo significa la trivialización, justificación o aprobación de crímenes contra la humanidad.

Por eso, cuando en el mundo actual resuenan amenazas de confrontación nuclear de parte de distintos tipos de fundamentalistas -religiosos, políticos, ideológicos- alertamos sobre el grave peligro que ello entraña y seguimos trabajando para la paz y el encuentro fraterno entre personas, pueblos, culturas, naciones, estados.

El ICUF (Idisher Cultur Farband / Federación de Entidades Culturales Judías de la Argentina) trae a la memoria estos acontecimientos con el objetivo de hacerlos presentes para desterrar cualquier manifestación de nazismo (abierta o encubierta) presente y futura, y aportar a la construcción de una sociedad de paz, igualdad, democracia y convivencia entre todos los seres humanos, independientemente de cualquier condición.
 
Sr. Marcelo Horestein | Secretario
Prof. Daniel Silber | Presidente