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DIC
2012

Marita Verón

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Frente a la absolución total a todos -los trece- imputados por el secuestro y la promoción de la prostitución de Marita Verón que un tribunal tucumano resolvió “por unanimidad”, el ICUF (Idisher Cultur Farband / Federación de Entidades Culturales Judías de la Argentina) manifiesta su sorpresa y profundo desagrado, ya que es una señal inequívoca de «luz verde» para quienes llevan adelante tales aberrantes y degradantes prácticas.

¿Será ese el lugar de la Justicia argentina?, ¿o el que condena a los genocidas?, ¿o quizá el que prorroga medidas cautelares? Es difícil saberlo. Solo sabemos que este fallo nos disgusta porque, mas allá de cualquier artilugio leguleyo, lo que está en juego es la dignidad humana.

Medidas tomadas (o no tomadas) por el aparato judicial hacen dudar de su integridad. La lista es larga, pero si recorremos los fallos de la Justicia Federal y las justicias provinciales podemos corroborar que cuando la Justicia se acerca al Poder económico y mediático, generalmente es éste quien gana.

Para la colectividad judía este terrible suceso no nos debería resultar ajeno. En las décadas del `20-`40, nuestra comunidad se vio afectada por los turbios manejos de la famosa Zwi Migdal, una asociación de proxenetas, rufianes y fiolos que se hizo famosa a raíz de su influencia, poder y prepotencia. Fue combatida arduamente por todos los medios por los sectores progresistas hasta que, finalmente, (al menos formalmente) sus cabecillas fueron juzgados y condenados, y esa organización criminal fue extirpada de la vida comunitaria.

Para Susana Trimarco, sus familiares y amigos, para todos los que han sufrido y padecen la explotación sexual, la trata de personas y otras formas de abuso, nuestra solidaridad y nuestro compromiso de proseguir trabajando para la construcción un país justo y verdaderamente democrático.

 

Sr. Marcelo Horestein | Secretario
Prof. Daniel Silber | Presidente