Nota Pública

La Federación de Entidades Culturales Judías de Argentina – Idisher Cultur Farband (ICUF Argentina) repudia el reciente ataque criminal a una sinagoga en Alemania que causó la muerte de, al menos, dos personas y se solidariza con familiares, amigos y compañeros de las victimas a sabiendas que el dolor es intransferible.

Este terrible hecho merece un análisis más profundo que la mera manifestación de indignación y repugnancia ante lo ocurrido. La cuestión trasciende el número de víctimas. Ochenta años después del inicio de la Segunda Guerra Mundial, en la que seis millones de judíos fueron asesinados por el nazismo, resulta increíble que nuestra comunidad todavía deba extremar precauciones en su vida pública. Recordemos que poco tiempo atrás, en nuestro país, un rabino fue atacado verbal y fisicamente en una calle de la ciudad de Rosario a plena luz del día o que la Asociación Cultural Israelita Argentina “I.L.Peretz” de Santa Fe sufrió una agresión a su sede.

Hace pocos días fue en Australia, ayer fue en Alemania, mañana ¿dónde? Una versión dice que el asesino ingresó a la sinagoga con armas largas y un casco con equipos de vídeo para trasmitir en directo en una plataforma online en videojuegos al grito de “Los judíos son la raíz de todos los problemas”, para que el mundo lo vea. Cabe preguntar ¿Es que los judíos seguimos estando expuestos por la sola razón de serlo, como sostenía la doctrina nazi? ¿Qué significa la emisión en directo del atentado? ¿O es una provocación a escala internacional?

La expansión de las derechas a nivel mundial, algunas de ellas abiertamente xenófobas, es un indicador de la seria gravedad de la situación. A la luz de la reiteración de tales episodios debe concluirse que el antisemitismo sigue existiendo, que se nutre de las más variadas fuentes de fanatismo religioso e ideológico, que trasciende el folklore de una pintada, una proclama o un vandalismo; puede ser mortal.

El odio –cualquiera sea su raíz, motivo, destinatario- no debe menoscabarse ni menospreciarse. Lo ocurrido demuestra que cualquier acto antijudío – aun el más pequeño- debe ser tomado en serio por las autoridades y la sociedad y actuar en consecuencia con firmeza y decisión. No existe algo como «un poco de antisemitismo». En ningún lado. El antisemitismo es una dolorosa y repugnante expresión del racismo, de la xenofobia, de la discriminación… debemos combatirlo y ese debe ser un compromiso de todos.

Marcelo Horestein, Presidente

Isaac Rapaport, Secretario General

Buenos Aires, 11 de Octubre de 2019