El proyecto del gobierno de extrema derecha de la alianza que conformaron Benjamín Netanyahu y Benny Gantz sobre anexar los territorios ocupados de Cisjordania (judea y Samaria) no solo que viola todos los tratados de derecho internacional sino que también constituyen una clara incitación a una guerra regional, que puede trascender los límites del medio Oriente.
La intención es extender la soberanía israelí a los asentamientos de los colonos y al valle de río Jordán –que representan mas de un 30% del territorio cisjordano -, como parte del plan diseñado por Trump y la Casa Blanca para la región.
Unos 400.000 colonos de extrema derecha residen en unos 300 asentamientos en los territorios ocupados desde la Guerra de los Seis Días en 1967, donde viven mas de 2.7000.000 de palestinos; estas colonias se han ido expandiendo constantemente bajo la protección de la gestión de Netanyahu y sus antecesores en el cargo de primer ministro.
El gobierno israelí ha desarrollado en la zona una verdadera acción colonial de apartheid, condenando a los palestinos al hambre, la segregación y la humillación, al tiempo que la de sus políticas neoliberales al interior de Israel someten a los sectores más vulnerables a situaciones cada día mas angustiantes en cuanto a una supervivencia digna.
De concretarse la anexión, las consecuencias pueden ser catastróficas y una abierta guerra regional no es una amenaza vana.
Nos oponemos a la anexión. Esa siniestra maniobra aleja las posibilidades de la paz y de un acuerdo con los palestinos, al tiempo que provoca a sus vecinos –como Jordania-, con los cuales ha celebrado acuerdos de paz
Es un burdo desafío a la responsabilidad humana. En realidad se trata de una aventura, una guerra de conquista en la que el derramamiento inútil de sangre solo acarreará mas dolor y sufrimientos no solo al pueblo palestino sino también al pueblo israelí.
La verdadera y única seguridad –tanto de israelíes como palestinos- es desistir ya de esa verdadera correría, aventurera, belicista y expansionista. De concretarse se elimina cualquier esperanza de una solución acordada en camino hacia la paz regional, promoviendo aún más el odio y la segregación.
Una respuesta pacifista seria y realista es la creación de un Estado Palestino –al lado del Estado de Israel- con todos los atributos de la soberanía. Dos pueblos, dos estados, justos, seguros, iguales, libres y democráticos y con las fronteras de la línea verde anteriores a 1967.
Hay que enfrentar al miedo, al odio, a la indiferencia.
El ICUF (Idisher Cultur Farband / Federación de Entidades Culturales Judías de la Argentina)
• Rechaza este nefasto Plan de anexión, por considerarlo un desafío inútil a la legalidad internacional, una negación de los derechos del pueblo palestino, otro paso para dificultar la creación del Estado Palestino y un peligro directo para el pueblo israelí, que deberá padecer las consecuencias de otro enfrentamiento estéril, que será generador de judeofobia en el mundo.
• Exhorta a todos los partidarios de la paz a movilizarse reclamando ante las autoridades israelíes (políticas, legislativas, judiciales) el cese de esta infausta iniciativa y caminar por la senda de los acuerdos regionales para estabilizar el Cercano Oriente, evitando que se convierta en un polvorín a punto de estallar.
• Reitera su idea fuerza de Dos Pueblos = Dos Estados, independientes, democráticos, seguros y con todos los atributos de la soberanía. Lo mas revolucionario en la región es la paz
Marcelo Horestein, presidente
Alejandro Steinman, scretario General