30
AGO
2013

Siria

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El mundo no puede mirar hacia otro lado cuando lo que se aproxima puede colocar al conjunto de la Humanidad ante una crisis sin precedentes. Se sabe que estamos en medio de una situación mundial muy peligrosa; un nuevo riesgo de guerra a  gran escala está en nuestras puertas. Se trata –nada más y nada menos- de que las más modernas armas letales, quizá incluso atómicas, apunten hacia objetivos militares de Siria, aunque ya la Humanidad conoce ese eufemismo de los “daños colaterales” que pueden suceder.

 

La guerra civil en Siria puede derivar rápidamente en un conflicto armado a escala internacional en el que se vean involucrados gran parte de los países del Cercano Oriente. EEUU y sus socios más importantes de la OTAN vienen armando a la milicia opositora al régimen gobernante en Siria, y ahora están dispuestos a dar un paso mas en esa dirección: la intervención bélica directa.

 

En los últimos años de unipolaridad y profunda crisis económica, la política exterior de EEUU se ha basado en su rol de gendarme mundial: Yugoslavia, Irak, Afganistán, Somalia, Libia, son apenas algunos pocos ejemplos de un intervencionismo descarado, al que se le pueden sumar la instalación de bases militares en todo el planeta. Solamente en América Latina, EEUU cuenta con más de 70 bases y dispositivos militares de distinta complejidad, y esto sin considerar la promoción, auspicio y apoyo a distintas intentonas golpistas destituyentes –algunas exitosas, otras fracasadas (Bolivia, Honduras, Ecuador, Venezuela, Paraguay)- ocurridas en nuestro continente.

 

La cuestión debe ser no cómo se asesina y se derrocan gobiernos, sino cómo se generan condiciones para que los pueblos puedan gobernarse democráticamente, al tiempo que se construye la paz. En esa orientación saludamos la postura de la Cancillería argentina de rechazar cualquier tipo de intervención militar a Siria.

 

El ICUF (Idisher Cultur Farband / Federación de Entidades Culturales Judías de la Argentina) se pronuncia enérgicamente por la paz, la democracia, la autodeterminación de los pueblos y la soberanía nacional tanto a escala local como mundial. Rechazamos los intentos intervencionistas, las maniobras y declaraciones belicistas y provocativas, así como las acciones represivas hacia el conjunto de la población civil.

 

 

Sr. Marcelo Horestein | Secretario
Prof. Daniel Silber | Presidente

 

 

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